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miércoles, 24 de abril de 2024 | Última actualización: 14:37

Refugiados: arma política detestable

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Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.

Mientras el resto del mundo camina en un sentido, parece ser que Europa se empeña en nadar contra corriente y asumir como propios problemas que le eran ajenos.

No nos sirven de nada a los europeos, en muchos sentidos, las vivencias y experiencias a lo largo de una historia que demuestra palpablemente lo que es sensato sin entrar en valoraciones políticas ni electoralistas.

Aquí nos empeñamos en darles contenido políticos cuando llegan las elecciones a cualquier problema, a condición de sacar rendimientos en forma de votos en cada momento, en vez de buscar las soluciones reales y a largo plazo de los problemas que abordamos, sin saber como podremos salir de ellos.

Por eso ante una situación tan lamentable como la de los refugiados del oriente medio asiático, en cada país europeo oscilan las soluciones a los problemas en función de quien gobierna y lamentablemente las situaciones que se proponen en un principio en Alemania, en Francia y en todos los países norte europeos tanto si se tomaron por partidos de Gran Coalición (Alemania) como por Gobierno de Izquierdas (Francia) les han servido a los partidos radicales de extrema derecha, para aglutinar el descontento de los desfavorecidos alemanes, franceses y demás Estados centroeuropeos que en las últimas elecciones llevadas en esos sitios han conseguido un apoyo popular muy superior al que venían teniendo  en comicios previos.

El hecho de que en Alemania, se priorizara el proporcionarles a los refugiados tantos ‘minijobs’  parciales como posibles de alrededor de 400 euros mensuales, complementados por aportaciones estatales de otros 715 euros mensuales por persona a fin de tener unos ingresos de subsistencia que no se les garantiza a los alemanes en circunstancias similares, han sido el detonante de tanta insatisfacción.

Paralelamente en Francia ya en las últimas elecciones Presidenciales y Cantorales, el Frente Nacional de Le Pen fue el Partido más votado en la primera ronda en muchas demarcaciones, por motivos subyacentes en Francia desde hace muchos años, en los que inmigrantes musulmanes polígamos y con familias numerosas, recibían en dinero público unas sumas muy importantes, pero absolutamente legales, que alcanzaban los 8.947 euros al mes en el caso mas paradigmático y conocido como es el del Iman Bouziane afincado en Paris.

Basta con que escribáis ese nombre en Google para recibir con todo lujo de detalles los conceptos para recibir tanto dinero público un solo padre de familia inmigrante, sin la condición de refugiado, es decir sin el compromiso del Estado de tener que atender a sus necesidades perentorias.

Pues bien, con lo expuesto podréis imaginar la sangría que significaría para un erario público español endeudado ya con el 100 % de su PIB, recibir tan solo a unos cien mil refugiados con el consiguiente derecho posterior de las reunificaciones familiares, aunque nuestra legislación no fuera tan permisiva como las alemanas o francesas.

Y lo lamentable, es que lo que los gobiernos alemán y francés han tenido que reconsiderar e incluso reconducir a efectos europeos, es lo que en España están exigiendo no solo Podemos sino también PSOE y Compromís con tal de desgastar y desprestigiar al Gobierno del PP en funciones.

Yo les preguntaría algo tan elemental como que me explicaran de qué manera España que prácticamente llora con sangre, sudor y lágrimas la desdicha de casi 5 millones de parados, podría atender debidamente a ese contingente adicional, sin multiplicar el malestar social y ciudadano.

Es decir, que tanto en España los partidos de izquierdas mas o menos radical, como en el resto de Europa los de extrema derecha utilizan a los refugiados como arma arrojadiza en momentos electorales, de una manera repugnante.

Imagino que todos ustedes me preguntarían ahora si pudieran cual es la mejor solución desde mi punto de vista, por eso paso a exponerla a continuación.

En primer lugar y por la magnitud del problema, no es algo que deba asumir la Unión Europea  en exclusiva, porque es un problema generado en el Oriente Medio Asiático.

La solución debería de abordarse desde la ONU globalmente.

Me he preguntado varias veces a cuantos Refugiados han acogido ya países como Rusia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Arabia Saudita y los Emiratos del Golfo Pérsico por citar a los más desarrollados del mundo actual, por no incluir a Irán que es la cuna del mundo chiíta y en buena lógica debería de ser el primero en acoger a los que escapan de Siria e Irak perseguidos por el poder político sunita.

Por pasiva les diría que los sunitas que escapan del campo de guerra, perseguidos por sus enemigos chiítas, deberían de tener fácil acomodo en una Arabia Saudita o en los Emiratos del Golfo, todos ellos receptores de una emigración muy potente tanto desde Filipinas como desde la India, y sin embargo ni unos ni los otros dan cobijo a sus correligionarios, por una sencilla razón:

No quieren convertir sus países en hormigueros de conflictos religiosos ni étnicos.

Ellos  mejor que nadie saben que el Líbano más próspero de su Historia fue destruido en su día por acoger a cientos de miles de Refugiados palestinos  en los años setenta y ellos si que han aprendido la lección.

EEUU también se ha cansado de intervenir en todos los conflictos habidos y por haber y ahora asume el papel de espectador aséptico, esperando que sean otros los que solucionen un problema, que para ellos es una Guerra Religiosa entre dos facciones de musulmanes, que luchan por controlar diferentes  porciones de suelo musulmán.

Ellos lo tienen muy claro.

Europa por lo visto no tanto, asumiendo un rol que no le corresponde, pero del que ahora no sabe como salirse.

El problema de los Refugiados de Siria e Irak, yo lo veo muy similar al genocidio de Utus y Tutsis de Ruanda y Burundi en África  de hace unos años y a nadie se le ocurrió traer a los países europeos a aquellas víctimas, que no eran ni más ni menos víctimas que lo son estas.

Entonces allí como ahora en esta zona de conflicto se han perseguido y asesinado a muchos miles de cristianos, de los que nadie habla y nos rasgamos las vestiduras por los árabes que se persiguen y matan entre ellos.

Siento como el que mas el sufrimiento de todas esas personas, pero lo que no quiero    es que se sientan para el resto de sus vidas desarraigadas, lejos de sus tierras y de su gente.

Lo que propongo es que las Organización de las Naciones Unidas  sea quien  cree en los lugares mas adecuados del mundo centros de acogida temporales de refugiados, que les facilite los medios necesarios de educación, sanidad y supervivencia durante el periodo de tiempo necesario para la reconstrucción de sus países de origen, procurando invertir en infraestructuras productivas adecuadas para que puedan trabajar en labores agrícolas o industriales y aportar en la medida de lo posible parte de los medios necesarios para el mantenimiento de sus familias.

Pero siempre teniendo presente que su futuro prioritario a medio o largo plazo lo tendrán en sus zonas de origen, para no generarles el desarraigo y sensación de ser extranjeros donde quiera que estén durante el resto de sus vidas.

El ejemplo mas evidente de esa problemática, son los casos de los judíos que no se han sentido nunca en su propia tierra hasta que se les facilitó el Estado de Israel con el efecto secundario del problema Palestino, exactamente por el mismo motivo, y precisamente por eso tenemos que evitar repetir esa situación.

Hay que poner todos los medios para acabar con la Guerra en Siria e Irak y reconstruir esas dos naciones con fondos aportados por todo el mundo y en proporción a sus medios o capacidades económicas.

Europa sola no puede solucionar un problema de esa magnitud, por lo que importar ese avispero socio-político-religioso y tratar de integrarlo en una cultura cristiana  de la noche a la mañana, es simplemente empeñarse en crear un montón de problemas a una de las zonas mas saneadas del mundo, que a medio plazo acabaría siendo un foco de conflictos de impredecibles consecuencias.

Por eso ni Rusia, ni EEUU,  ni Australia, ni Canadá, ni arabia saudita, ni los Emiratos del Golfo Arábigo, ni Irán ni ningún otro Estado del mundo se ha querido involucrar en un problema que le es ajeno o ellos quieren que lo sea, mientras nosotros los europeos  no sabemos como salirnos de donde nunca debimos meternos sin tener el problema solucionado.

Y ahora tenemos un enorme problema y un conflicto político.