Jorge Fuentes. Embajador de España.
Supongo que están ustedes tan cansados como yo mismo de escuchar la retahíla de embustes a que nos somete el Gobierno en general y el señor Ábalos en particular. Descuiden que no voy a enumerar de nuevo la lista que todos sabemos de memoria.
Pero si debo incidir en el fondo de la cuestión: la necesidad de recordar a diario que un gobierno no puede basar su acción en la falsedad, con la cínica esperanza de que los ciudadanos, ustedes y yo, nos hartemos de ver, leer y oír día a día, la historia del Delcygate, como de hecho ya han pasado al olvido otras recientes materias como la "visita de cortesía" a la Embajadora de Méjico en Bolivia, historias todas estas que la Vice Carmen Calvo sentenció que a nadie interesan.
Apenas llevamos un mes del nuevo Gobierno y son ya muchas las cosas que hemos tenido que olvidar. Las autoridades van a ejercer también de censores y dictarnos qué hechos deben interesarnos y cuáles no son de nuestro interés.
Por este camino nos iremos deslizando, sin apenas notarlo, hacia un régimen social-comunista que nos irá aislando de nuestros mejores socios y aliados y nos acercara a la América bolivariana.
Ya apuntamos cómo el eje central franco-alemán de la UE ha preferido inclinarse hacia la derechista Polonia antes que hacia nosotros. Con Washington las cosas van de mal en peor. Nos quedaba por enredar en el flanco árabe, otro de los cuatro grandes ejes de nuestra diplomacia.
Podemos acaba de tener un entrañable encuentro con el Frente Polisario lo que puede tener malas consecuencias en nuestras siempre delicadas relaciones con Marruecos. Atención a la llegada de nuevos inmigrantes procedentes de nuestro vecino del Sur o a reclamaciones sobre Ceuta y Melilla.
La implantación del comunismo en España no se va a producir de forma instantánea ni revolucionaria. Todo está ocurriendo poco a poco, lentamente. Lo que parecía improbable -la coalición socialista-UP-, se produjo; luego vino la inserción de UP en el Gobierno, incluso a nivel Vice y con el propio Iglesias sentado junto a Sanchez; ahora veremos al líder 'podemita' en la mesa negociadora con Cataluña -¿que mejor relator?-, y también en la Comisión de supervisión del CNI y por supuesto mangoneando en la televisión pública y en la Política Exterior.
Todo ello ocurre a base de falsedades, desde ministerios de segunda categoría, esos Ministerios que no son de Estado. ¡Qué ocurrirá cuando ocupen los de primera!
Recuerden la canción infantil 'Por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas'. No quieran saber quiénes corren por los Ministerios, por los partidos, las Cortes y los sindicatos.
