José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
Está muy bien el que los políticos hayan puesto de moda las líneas rojas, los límites, los cordones sanitarios y no sé cuántas cosas más, no siendo más que la traslación del sentimiento generalizado de la ciudadanía que no todo es justificable aún en épocas de bonanza y además se ha puesto en valor el voto del ciudadano de a pié, el que no molesta, el que lleva su vida con cierto orden en cuanto a trabajo, no tan bueno como hace unos años, pero trabajo, con dificultades para llegar a fin de mes, que paga religiosamente sus impuestos, con más o menos gusto, pero los paga .
Ese voto ha hecho que grupos pequeños condicionen a los más votados y que deban rehusar, so pena de perder su apoyo, modos de actuar que han supuesto mantener imputados en cargos públicos, o girar la cara y hacer oídos sordos ante situaciones vergonzosas e inadmisibles.
Ojalá todo fuera así de sencillo, un inicio de modos diferentes de gobernar, tanto de los que acceden por primera vez, como quienes lo han hecho anteriormente, pero no es tan fácil, una pena pero hay quien ya ha comenzado a hacer ‘distingos’, que si todo no es igual, que si estar imputado por unos ‘tweets’ no es lo mismo que por llevarte dinero, que los ex presidentes de la Junta de Andalucía jamás se han llevado un euro a su casa..., como se compara eso con Bárcenas, la Gürtel.
Si viciada era la filosofía aunque se lleve dinero, al menos consigue cosas para mi pueblo, ciudad o comunidad autónoma, no lo es menos la que propugna como no se llevaron dinero para ellos, pues no son como los demás
La vara de medir debe ser en todo caso la misma para todos. Los señores Griñán, Chaves y solapadamente el partido al que pertenecen pretenden sibilinamente diferenciarlos de otros ya que ellos no se llevaron dinero y aunque se les imputa por un delito de prevaricación, claro, eso no es lo mismo, pues no se enriquecieron personalmente.
Si permitir que se alimentara una trama hasta cantidades que en euros asustan y en pesetas da vértigo, casi ciento cincuenta mil millones, evitando así el control de la Intervención General de La Junta, fomentando el clientelismo, el amiguismo y como no, el voto cautivo es honorable por quienes presidieron la Junta de Andalucía, que venga Dios y lo vea.
Los ciudadanos hemos de mantener el listón igual de alto para todos y sin peros. No esperemos que sean los políticos quienes regeneren la vida pública por iniciativa propia, harán siempre lo que les pidamos con nuestros votos y por ellos. Ese listón tenso no ha de permitir que hayan contrataciones de parejas sentimentales o familiares como asesores, que imputados o investigados por cualquier motivo estén en gobiernos municipales o autonómicos, que las bajadas de sueldo sean efectivas y no se pierdan ahora en presupuestos aprobados o en porcentajes y medias que nos confunden.
No bajemos la guardia y mucho menos el listón, nos lo merecemos.
