Juan Francisco Roca. Periodista deportivo.
Mucha gente me pregunta por qué soy tan pesimista con todo. Y yo digo porque he visto fracasar tantos proyectos que no me creo nada hasta que no lo veo con estos dos ojos que algún día devorarán los gusanos. Además, les rectifico y digo que soy realista puro y duro. El gato escaldado con agua tibia tiene suficiente. El conjunto albinegro, al que el fútbol le debe una y que algún día se la pegará, es especialista en sacar pecho antes de hora. Y lo entiendo, aunque no lo comparta.
El día que alguien asimile que se está en Tercera División y en Ley Concursal, pues a lo mejor las cosas funcionan mejor. También soy autocrítico con mi profesión. La mayoría, somos tanto del Castellón que cuando las cosas van bien lanzamos la casa por la ventana sin saber si el barco llegará a buen puerto.
Es mi opinión. Luego cada uno que haga lo que quiera y diga lo que le venga en gana. El conjunto albinegro tiene muy buena pinta esta temporada, pero no es aconsejable ascender al equipo antes de hora porque la procesión es muy larga y cuando llegue el 'play-off' de ascenso habrá que ver cómo le va la cosa a la escuadra que dirige Ramón María Calderé.
Es normal que la grada esté volcada. Tiene unas ganas tremendas de ver salir a su equipo de las cloacas de las Tercera División para dar el salto al pozo de la Segunda B. Con 4.200 abonados y con una media de aficionados en Castalia que supera los 6.500 espectadores, pues es sencillamente espectacular.
El viernes pasado, sin ir más lejos, y en viernes magdalenero, fueron eso: 6.500 los que se dieron cita en el feudo 'orellut'. Y la cosa seguirá así si el equipo no da más síntomas de flojera, porque últimamente está costando mucho ganar y, especialmente, marcar goles. De Castalia han volado muchos puntos. Puntos que pueden hacer falta. El líder Atlético Levante le saca cuatro puntos al Castellón.
Queda mucho por delante. Seguiré siendo realista. Ni pesimista ni optimista. Y el resto que haga lo que le venga en gana. Desde la temporada 1996-97 en la que empecé a seguir el día a día del Castellón he visto fracasar infinidad de proyectos a última hora, e incluso temporadas en las que nadie daba un duro por el equipo albinegro y al final se logró un inesperado ascenso: la 2004-05 sin ir más lejos. Así que a ver cómo acaba esta aventura, la cuarta por las cloacas de la Tercera División.
A noventa minutos de la final. De la final de la Copa RFEF 2015. Y a noventa minutos de ingresar a las arcas del Castellón la nada despreciable cifra de 30.000 euros, que podría ser de 90.000 sí se consigue alzar el trofeo de campeón. Casi nada. El conjunto albinegro juega esta noche en el campo municipal Santa Ana de la barriada torrelaveguense de Tanos, en Cantabria, contra un Tropezón que si bien en Liga, en el grupo I de Segunda B es penúltimo y tiene un pie en Tercera División.
