José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
Erasmo de Rotterdam nacido en la segunda mitad del siglo XV, humanista, teólogo, pensador, filósofo y gran docente vivió una de las épocas más apasionantes de la cultura Europea: el Renacimiento, todo el saber acumulado durante siglos fue puesto en tela de juicio, analizado, salvaguardando la esencia e intentando que el hombre volviera a ser pensador y creador después de siglos de oscurantismo.
No es casualidad que cuando en el año 1987 se ideó un programa de intercambio de estudiantes universitarios pertenecientes a los países de la Unión Europea se intentara que tuviera algún tipo de referencia a la cultura y al saber.
Este programa conocido popularmente como Erasmus (European Region Action Scheme for the Mobility of University Students), o lo que es lo mismo el ‘Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios’ ha conseguido que un ingente número de estudiantes europeos, de los que un porcentaje muy importante son españoles, realicen un semestre-cuatrimestre o curso completo de su carrera universitaria en otro país.
El programa de becas hace posible que la movilidad esté al alcance de todos entorno al que recientemente se produjo una polémica que tuvo de positiva dejar claro que para optar a él hay que prepararse en idiomas; del mismo modo nos hizo ser conscientes de su importancia para muchos estudiantes y que tras más de un cuarto de siglo de vigencia, ha calado en Europa.
Muchos profesores universitarios ven con naturalidad el que sus alumnos estudien fuera un periodo de su carrera universitaria, ya que ellos mismos fueron de los primeros en participar, cuando muchos de sus profesores no creían en la experiencia.
La vieja Europa, dama y señora, campo de mil batallas y de cien culturas, germen de ciencia y religión milenarias, se reinventa, tiene que reinventarse para sobrevivir, creando un espacio común de convivencia intercultural basado en el respeto y la tolerancia, para lo que se hace necesaria la circulación de las gentes, que aprenden ‘a ver mundo’, salir de casa, otras costumbres y sobre todo que los demás no son tan diferentes, tal vez peculiares eso sí, pero siempre enriquecedores.
Mañana hay elecciones al parlamento europeo, ayer finalizó la campaña electoral en nuestro país y no he oído a nadie hablar con seriedad, fundamento y convencimiento de que Europa, Bruselas no solo es un lugar donde nos pueden ¡intervenir¡, ponernos una multa o darnos dinero, como ocurría hace años , sino que es donde se trabaja por la construcción, consolidación y reinvención de Europa en la que los españoles somos miembros partícipes necesarios, indiscutibles y en la actualidad plenamente aceptados. Por ello es necesario que votemos y expresemos qué Europa queremos.
Es una pena que no hayan tomado como referencia proyectos que ilusionan y construyen como este, pues para poner el ventilador y remover no necesitamos elecciones, son el pan nuestro de cada día.
