El mayor presupuesto de la historia de la Diputación Provincial de Castellón, que asciende a 168,3 millones de euros, se ha aprobado hoy con el respaldo de todos los grupos menos el Popular, que se ha posicionado en contra. El presidente José Martí ha visibilizado su decepción y les ha preguntado abiertamente: “Si no ara, quan?”, y ha recordado que la ciudadanía busca unidad y no sumisión a las siglas políticas
La Diputación de Castellón aprobó por unanimidad su apoyo a la demanda de mejores Cercanías para la provincia, el apoyo al ocio nocturno, la competitividad del sector citrícola y la modificación de Crédito o el Fondo de Cooperación para favorecer a los municipios turísticos. En lo importante para la provincia se alcanzó el consenso; después, los diputados escenificaron una mala copia de las turbulencias del Congreso de Madrid.
La diputación provincial ha vuelto a celebrar su primer pleno después del verano de forma telemática por el incremento de contagios de Covid. La mayoría de PSOE y Compromís ha rechazado las mociones para dotar con un profesional de enfermería a los colegios, y también la propuesta para proteger a los propietarios de viviendas víctimas de los ‘okupas’. Tensión con el tema de la cesión de remanentes y aprobación, gracias a Ciudadanos, para formar parte del accionariado de Tragsa.
El PP tuvo que dar la vuelta a su moción y renunciar a ’la exposición de motivos’ para sacar adelante por unanimidad una propuesta en la que se solicita al Gobierno Central la inversión necesaria para recuperar la calidad de los Cercanías de Castellón. También hubo consenso en ‘la Declaración de Gredos’, por la despoblación, el ocho de marzo, el apoyo al sector cerámico y las jubilaciones anticipadas sin recorte de pensión. Los estudiantes de periodismo de la UJI siguieron la sesión y el presidente les puso deberes.
Moliner felicitó a los concejales y alcaldes electos y afirmó que facilitará el traspaso de poder a los nuevos gobernantes
Último pleno ordinario de la legislatura en la Diputación Provincial de Castellón, que se saldó en poco más de 10 minutos con unanimidad en casi todos los puntos del orden el día. El presidente Javier Moliner ha felicitado a todos los alcaldes y concejales elegidos en las urnas el pasado domingo, 26M. No se ha despedido, porque eso lo hará en el pleno extraordinario que todavía falta, pero Cristina Fernandez de Ciudadanos ya le deseó suerte y, por el contrario, Santiago Pérez, del PSOE hizo todo un discurso de bienvenida de legislatura que parecía una postulación como candidato a presidir la institución ante los dirigentes provinciales del PSOE, que controlaban desde el público.
El pleno de la Diputación salió con sorpresa. Poco antes de iniciarse la sesión los técnicos comunicaron que se había presentado una alegación ‘de última hora’ contra los presupuestos del 2018. Con reunión de portavoces de última hora, se rechazó la alegación, se aprobaron los presupuestos ‘in extremis’ y se cerró la puerta a un pleno extraordinario. La Piscina Provincial y el desmantelamiento del Hospital volvieron a comentarse a través de mociones de CseM y CS y Gabarda metió ‘con calzador’ las elecciones catalanas en el debate.
Pleno largo en la Diputación Provincial, en la que pese a los esfuerzos no se logró consensuar la moción contra la despoblación, las críticas del PSOE se convirtieron en abstención mientras el diputado de CseM ofreció su voto a cambio de una Comisión de Investigación sobre purines. Unanimidad con la propuesta del PSOE para reclamar infraestructuras hídricas en Els Ports, y Compromís volvió a cuestionar las inversiones culturales en el castillo de Peñíscola, donde dijo, “los turistas solo quieren playa”