La voluntad de mi pueblo salió el pasado sábado a la calle para reivindicar la playa que todos queremos. Lo hicimos desde la libertad individual a defender aquello que consideramos justo para nuestra ciudad y que creemos que tarda demasiado en llegar.
Nuestras playas de Pla de la Torre y Benafelí necesitan inversiones que frenen la erosión que la falta de políticas proteccionistas alienta. Y eso lo sabemos cada uno de nosotros, porque es una lucha heredada de padres a hijos.
La construcción del Puerto de Castellón supuso un hito económico para esta provincia pero una espada de Damocles para nuestra costa. Su presencia es la causante de que la arena de nuestra costa acabe, por el propio comportamiento del mar, acumulada al norte del Puerto. Es así como la playa del Pinar, en Castellón, recibe las toneladas de arena que nuestra playa le cede de forma involuntaria.
Esta circunstancia obliga al Puerto a realizar aportaciones periódicas que hoy el PSOE anuncia a bombo y platillo como si el trámite fuera discrecional. Y no lo es, es una compensación histórica a la que Almassora tiene derecho, más allá de la propaganda que quieran vendernos quienes gobiernan. Demasiado nerviosos, como están, pensando en las elecciones.
A nosotros lo único que nos pone nerviosos es ver cómo pasados 7 años desde que en 2015 adjudicáramos la regeneración de Benafelí, nuestra playa no ha recibido ni un solo euro en forma de espigones. Y la consecuencia de tanta indolencia se traduce en destrozos en nuestro litoral y la invasión de agua marina en decenas de viviendas.
Volveremos a salir a la calle para reivindicar el protagonismo que solo la ciudadanía debería ostentar. Ese que, lejos de cualquier sesgo político, reclama la defensa de un litoral cuyo futuro debería ser cosa de todos. Nosotros estamos convencidos de que hay otra forma de gobernar y estamos preparados para dar el paso. Con Almassora como única protagonista.
