El salto de fe del liderazgo: lecciones desde el abismo.
Hay una escena en Indiana Jones y la última cruzada que me viene al pelo para contarte lo que quiero hacer en este nuevo artículo de opinión del periódico Castellón Información. Indiana se encuentra ante un abismo imposible. A un lado, él. Al otro, el cáliz sagrado. No hay puente. No hay señales. Solo una frase grabada en piedra: “Solo el penitente pasará”. Y entonces, da un paso al vacío. Un salto de fe. Y, milagrosamente, aparece el camino.
Eso es el liderazgo hoy. Dar pasos sin tener todas las respuestas. Confiar en ti mismo. Ser el primero en cruzar el abismo de la incertidumbre. Inspirar a tu equipo a seguirte cuando el camino no está claro. Y hacerlo en un entorno cada vez más complejo, cambiante y a veces incluso hostil.
Porque hoy, ni siquiera la inteligencia artificial nos da certezas. De hecho, muchas veces las multiplica: cambia roles, redefine industrias, cuestiona decisiones y acelera los tiempos. Vivimos más conectados, pero más inseguros. ¿No crees?
Y sin embargo, los equipos siguen necesitando algo esencial: líderes en los que confiar. Líderes que den el primer paso cuando no hay camino visible. Líderes que no tengan todas las respuestas, pero sí el coraje para buscarlas.
¿Cómo desarrollar esa seguridad para dar tu salto de fe?
Te comparto algunas ideas prácticas para fortalecer tu confianza y tomar decisiones valientes en medio de la incertidumbre:
- Recuerda tus victorias pasadas Haz memoria. ¿Cuántas veces creíste que no podrías y pudiste? El cerebro necesita evidencia para confiar. Y tú tienes más de la que crees. Por eso una buena práctica es antes de irse a dormir anotar al menos una cosa positiva que nos haya pasado ese día y agradecer. Siempre hay algo.
- Rodéate de personas que ya cruzaron el abismo A veces, lo más valioso no es el mapa, sino el guía. Mentores, coaches o compañeros con experiencia pueden ayudarte a ver lo que tú, por desconocimiento, nervios o simplemente cansancio, no ves.
- Habla contigo como lo harías con tu mejor amigo Si tu mejor amigo dudara de sí mismo, ¿qué le dirías? ¿Y tú, por qué no te lo dices? La autocompasión no es debilidad, es liderazgo emocional. Y el lenguaje que utilizamos para hablarnos influye enormemente en nuestro comportamiento.
- No te paralices esperando seguridad total Esperar a tener el 100% de información para actuar no es prudencia, es miedo disfrazado. El buen liderazgo se basa en moverse con un 60-70% de certeza y mucha determinación. Y esto lo veo en muchas empresas a las que acompaño, donde sus líderes no actúan hasta tener el plan perfecto, tener todos los indicadores y KPI's, haber identificado todas las causas,..., resultado parálisis por el análisis o ya llegaron tarde.
- Pide ayuda. Eso también es liderazgo. No estás solo. Acompañarte de personas que han transitado dificultades (como yo, que no solamente he vivido momentos difíciles de caídas en ventas, ambientes enrarecidos, fusiones de empresas con diferentes culturas, etc. También he trabajado con líderes y organizaciones en momentos críticos) puede acortar mucho el camino. A veces, lo que necesitas simplemente, es una conversación honesta.
Así que recuerda:
El verdadero liderazgo no es tener el control.
Es avanzar a pesar del vértigo. Es confiar cuando no hay puentes visibles. Es atreverse a dar ese primer paso. Ese salto de fe.
¿Y tú? ¿Estás preparado para darlo? ¿viajamos juntos al éxito?
#SaltoDeFe #LiderazgoValiente #Confianza #LiderazgoTransformador #CoachingEjecutivo #LiderazgoEnTiemposDeCambio #IndianaJones #RRHH #GestiónDeEquipos #Mentoring #JavierGiménezDivieso #Viajandojuntosaléxito