Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado
Recién llegado a casa en esta noche del miércoles 6 de Abril de 2022 desde el Estadio de la Cerámica, me siento frente a mi ordenador, intentando recordar con la máxima objetividad posible, el inolvidable espectáculo que nos ha ofrecido el Submarino Amarillo a más de veintitrés mil socios y simpatizantes, tanto de este equipo como del Bayern de Munich.
En mi cuarto de siglo como socio del Villarreal, nunca había visto un espectáculo tan bonito y entusiasta como el vivido en la Bombonera de la Cerámica esta noche.
Los bávaros llegaron a La Plana, sin haber perdido ni un solo partido en sus desplazamientos en Champions desde 2017, cuando cayeron por última vez frente al Paris Saint Germain, que dirigía el mismo técnico que hoy les ha derrotado.
Tampoco habían dejado de asistir a su cita con el gol, en todos los partidos de esta temporada por lo que todos pensábamos, que iba a ser una misión imposible superar a una escuadra que venía avalada por esos registros.
Por lo visto Unai Emery, les tiene tomada la medida mejor que nadie a estos fornidos, potentes e inteligentes deportistas.
Lo de hoy, no ha sido un accidente ni una casualidad, sino una maravillosa actuación de catorce hombres, muy bien aleccionados, para llevar a la práctica las instrucciones de su entrenador.
Y sin duda lo han logrado e incluso merecieron mejor resultado.
Toda la suerte que tuvieron para adelantarse en el minuto 8 en una perfecta sincronización al primer toque de cuatro jugadores que culminó Danjuma, les falto durante el resto del partido.
Poco antes del descanso, Coquelin en un disparo muy afortunado, colocaba en la escuadra contraria a su posición, lo que pudo ser el segundo gol.
El VAR lo anuló por un fuera de juego muy ajustado, en el momento del remate.
Hubo momentos de toma y daca también en la primera parte, pero el futbol control se impuso al de ataque.
En la segunda parte hemos visto 45 minutos de un futbol de alta gama, con ataques continuos de los germanos, que acumulaban jugadores en las dos bandas de ataque, y alternaban sus penetraciones directas con centros en busca de las cabezas de Lewandosky o Muller, que estuvieron perfectamente por Albiol, Pau Torres o Capoue, cuando el balón no era atrapado en su máxima altura por Rulli.
Y cada vez que perdían un balón, fruto de la presión de los amarillos al cuero, más que a sus contrincantes aparecían Foyth, Parejo, Coquelin, Lo Celso o el mismo Capoue para lanzar ataques muy profundos sobre Gerard Moreno o Danjuma, que generaron menos ocasiones de gol, pero mucho más claras que las de los alemanes.
Me vienen a la memoria un zapatazo fortísimo desde fuera del área de Parejo, repelido por la base del poste derecho de Neuer, otra de Gerard Moreno que viendo al guardameta alemán muy adelantado le colgó el balón recuperado en el centro del campo sin nadie debajo de los palos, que salió a escasos centímetros de la base del poste izquierdo.
Y ya cerca del final en dos contra- ataques por la izquierda de Pedraza, se quedó prácticamente sólo frente al arquero alemán, pero sus disparos salieron desviados.
En definitiva un buen resultado pero corto para los merecimientos de los dos equipos.
Esperemos que se pueda confirmar en Munich y nuestro equipo se clasifique para las semifinales de Champions, para las cuales parece lógico pensar que se encuentre con Manchester City, Liverpool y Real Madrid que hoy y con tres goles de Karim Benzemá (que llama con insistencia a las puertas del Balon de Oro 2022) ha derrotado al Campeón de la última Champions el Chelsea a domicilio por un elocuente 1-3.
Como soñar no cuesta dinero y “los sueños, sueños son” esperaremos hasta la semana que viene, para ver si se confirma mi pronóstico, cuya duda mayor se presenta en el duelo entre nuestro equipo amarillo y los del Bayern.
Entre tanto, esperar y desear que en los partidos de la Liga Española de Primera División, el once amarillo renuncie a esa apatía y autosuficiencia que les ha llevado a perder una cantidad inconcebible de puntos contra los equipos del fondo de la tabla y que de no mediar un milagro, nos van a dejar fuera de las Competiciones Europeas la próxima temporada, si no ganamos la Champions League.
Hasta la semana que viene amigos.
