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jueves, 25 de abril de 2024 | Última actualización: 10:40

El Hospital Vithas Castellón contará con un nuevo tratamiento de cirugía mínimamente invasiva del pie

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Este tipo de cirugía ofrece un tratamiento resolutivo de las deformidades más comunes del pie y tobillo, y ofrece una solución del problema de manera definitiva

A partir del mes de marzo, el Hospital Vithas Castellón contará con un nuevo tratamiento de Cirugía Mínimamente Invasiva del Pie, dirigida por el Dr. Benjamín Cuenca, podólogo y especialista en cirugía mínimamente invasiva del pie, profesor de la Universidad Católica de Valencia y del Máster de cirugía mínimamente invasiva del pie, así como monitor de la Asociación Española de Cirugía Mínimamente Invasiva del Pie. Este tipo de cirugía ofrece un tratamiento resolutivo de las deformidades más comunes del pie y tobillo, considerando en todo momento la causa patológica de la enfermedad y devolviendo al pie su funcionalidad biomecánica y estética. Este tipo de procedimiento ofrece una solución del problema de manera definitiva.

Según el especialista, son numerosas las ventajas que ofrece “es muy importante para el paciente saber que el bloqueo se realiza con anestesia local y no con epidural ni con anestesia general, lo cual les tranquiliza mucho cuando deciden dar el paso de la cirugía. Además, las incisiones y portales de acceso son milimétricos, por lo que se reducen las complicaciones postquirúrgicas como pueden ser las infecciones, dolor, retraso de la cicatrización, queloides o adherencias que puedan dar problemas posteriores”.

Además, existen otras ventajas que destacan en esta técnica como que el procedimiento se realiza sin isquemia, lo cual beneficia a los pacientes con problemas circulatorios entre otros, y además, no se utiliza material de osteosíntesis, ni grapas, ni agujas, ni tornillos.

Tras la cirugía, que es ambulatoria, el paciente podrá caminar desde el primer instante saliendo de quirófano por su propio pie, aunque con un zapato postquirúrgico especial y con unos vendajes específicos para posicionar correctamente el pie según la intervención realizada, los cuales serán cambiados siempre por el doctor cada semana o 10 días aproximadamente, no pudiéndose mojar el vendaje durante las próximas 6 semanas, excepto en cirugías de uñas incarnadas y exóstosis en las que no hará falta el uso de zapato postquirúrgico y los vendajes serán más livianos y por menor tiempo.

El Dr. Cuenca explica que “en las intervenciones quirúrgicas más complejas, como pueden ser las de Hallux Valgus o juanetes, dedos en garra, cirugías metatarsales, espolones y fascitis, el tiempo de recuperación completo variará entre las 2 y 6 semanas, que será el tiempo que se debe llevar el zapato postquirúrgico y los vendajes. Posteriormente, se requiere de alguna semana más en la que el paciente deberá tener precaución, hacer uso de un calzado deportivo cómodo y no hacer esfuerzos excesivos”. En cuanto a intervenciones más sencillas como uñas incarnadas, exóstosis o helomas interdigitales el tiempo de recuperación será mucho menor, aproximadamente 1 semana para que cicatrice la herida correctamente, aunque en este caso se podrá hacer vida totalmente normal desde el día siguiente.

Una solución definitiva para la fascitis plantar

Hay problemas en los pies que originan síntomas muy molestos y dolorosos para el paciente, tales como ocurre en la fascitis plantar siendo este tipo de cirugía una solución definitiva y muy eficaz. En muchas ocasiones la fascitis plantar va acompañada de espolón calcáneo y/o presión intramedular calcánea, lo cual se resuelve de forma conjunta en el mismo acto quirúrgico ofreciendo así una solución integral, definitiva y evitando posteriores recaídas” asegura el especialista.

Con esta cirugía mínimamente invasiva ambulatoria se pueden solucionar problemas en patologías y deformaciones en el pie como los dedos en garra, Hallux Valgus o más conocido como juanetes, IPK o helomas plantares en la zona metatarsal, espolón calcáneo, fascitis plantar y edema óseo calcáneo, helomas interdigitales, neuroma de Morton, uñas incarnadas, exóstosis subungueales o verrugas plantares.