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jueves, 25 de abril de 2024 | Última actualización: 14:51

Cuando el sí se convierte en no

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Indignación máxima. Lo que está ocurriendo esta semana en los tribunales con la aminoración de las condenas a violadores y agresores de mujeres como consecuencia de la entrada en vigor de la ley del sí o sí, que es como se conoce la mal denominada a la vista de los hechos la Ley de Garantía de la Libertad Sexual (Ley del Solo Sí es Sí), diseñado por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, y que en la práctica ha supuesto una reforma del Código Penal que ha terminado rebajando la condena a los que tenía que castigar, y desprotegiendo a las mujeres que tenía que proteger.

Una consecuencia más del populismo de un Gobierno, el de Pedro Sánchez, que dice una cosa cara a la galería, y que actúa de otra totalmente distinta. Se proclaman defensores de los derechos humanos pero luego protagonizan hechos tan lamentables como los fallecidos en la valla de Melilla sin el más mínimo rubor del ministro del insterior Marlaska. Se proclaman defensores de la Constitución y la unidad de España, pero luego se arrojan en brazos de los independentistas, y van a cambiarles el delito de sedición para eludir sus responsabilidades penales a través del Ministerio de Justicia de Pilar Llop, o afirman combatir la corrupción, pero que luego van a cambiar el Código Penal para que el responsable del mayor caso de corrupción política de la historia de España, el del socialista José Antonio Griñán en Andalucía, no entre en la cárcel por malversación de caudales públicos.

Y ahora… las mujeres víctimas de delitos y agresiones sexuales. Irene Montero y su equipo de Podemos, incluida la asesora niñera, vinieron para acabar con la violencia de género, pero no solo han abierto una brecha social que ha roto el principio de igualdad entre hombres y mujeres en España, sino que durante su mandato se han disparado los casos de agresiones sexuales y, por si fuera poco, ahora sus leyes están dejando en libertad a los violadores y violentos.

Como madre de dos hijas, como mujer, como ciudadana que cumple con sus derechos y libertades… pero también como técnica que presta asistencia legal a las mujeres víctimas de agresiones en mi puesto de trabajo de la Oficina de las Víctimas del Delito en la Ciudad de la Justicia de Castellón, exijo responsabilidades. La ministra Montero debe dimitir. O la ministra de Justicia, o el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Sobre todo, después de saber que socialistas y podemitas escondieron hasta 5 informes que ponían reparos a la ley del solo sí es sí.

Lo que está pasando en España es muy grave. Gravísimo. Tenemos un gobierno, el de Sánchez, que con sus decisiones premia a los que delinquen y desprotege a los que cumplen la ley. Intolerable. ¿Y dónde están todas las que cogen la pancarta del PSOE y de Podemos? ¿Por qué no alzan la voz pidiendo responsabilidades, exigiendo una rectificación inmediata de la ley? ¿Por qué no se ponen del lado de las víctimas en lugar de parapetarse detrás de las siglas? Todavía no he escuchado a socialistas tan destacadas como la alcaldesa de Castellón o la diputada nacional Susana Ros entonando el mea culpa por las malas decisiones de su jefe en Madrid.

El Gobierno del PSOE y Podemos, en lugar de protagonizar un ataque intolerable al Poder Judicial y a las instituciones, deben asumir sus errores, rectificar y marcharse a casa. Las víctimas merecen respeto, los violadores y agresores merecen que caiga sobre ellos todo el peso de la ley, y los españoles no merecemos un gobierno que nos respete.