Basilio Trilles. Periodista y escritor.
Gay Talese trabajó como gerente en dos casas de citas, participó en campamentos liberales y, por si fuera poco, mantuvo una relación consentida con la mujer de su vecino. Al final de aquellas experiencias escribió un libro sobre sexo que fue superventas. Después alumbró la obra más importante sobre la Mafia, tras convivir seis años con la familia Bonanno, que le valió el reconocimiento internacional y la sentencia de muerte, no cumplida, del resto de clanes. Frank Sinatra nunca quiso hablar con el periodista neoyorquino, pero Talese escribió una de sus piezas sublimes con el titular: ‘Frank Sinatra está resfriado’, fundamental en el Nuevo Periodismo del que es máximo exponente, con su coetáneo Tom Wolfe. Ambos son los buques insignia de la nueva corriente surgida en1960, al rebufo de maestros como Capote, Dos Pasos, Steinbeck, Hemingway, incluso el olvidado Blasco Ibáñez. Con semejante bagaje Talese ha dicho en España que ya no se hace periodismo de calle, y los profesionales recluidos en las redacciones, eso lo digo yo, se ven abocados a ejercer de meros amanuenses, cuando no de prácticas mucho peores.
Claro que tomar a Talese como ejemplo a seguir es poner el listón demasiado alto. Él confiesa que durante sesenta años ha ejercido la profesión como un auténtico monje, en cuanto al compromiso y absoluta dedicación, pues su forma de vida está alejada de las enseñanzas católicas recibidas en el seno familiar. Aunque con la fuerza que emana del maestro, no viene a decir más que lo ya dicho tantas veces por la generación de periodistas a la que pertenezco: el periodismo de verdad sólo puede ejercerse como una auténtica forma de vida. El problema es que, en los tiempos que corren, las verdades de Talese resultan imposibles de poner a la práctica, bastante hacen los periodistas, los pocos que resisten en las redacciones, con sacar adelante las ediciones de los medios y llegar a fin de mes con sueldos que, en general, son de hambre.
En estas fechas próximas ala Navidad, las empresas de varios medios de comunicación de Castellón han esgrimido la guadaña económica con la decisión de recortar los ya magros sueldos de los periodistas. Malos tiempos estos, en los que estamos pasando por el aro al son de ‘La Cabalgatade Las Valquirias’, la pieza preferida de Hitler, cuya fuerza sigue inspirando a los actuales gobernantes de la hoy República Federal Alemana, que son los amos de Europa. Ahí si hacen falta varios Talese, investigando, destapando y denunciando, a ver si las conciencias serviles como las nuestras reaccionan. Y no olvidar a Bertolt Brecht, ya saben aquello de: “y al final vinieron a por nosotros”.
