Los gatos van ganando terreno en los hogares de la provincia aunque la problemática del abandono persiste
La tenencia de animales de compañía es cada vez más común. En la provincia de Castellón hay registrados 138.468 perros, una cifra que supera con creces a la de los felinos, que suman 14.854 según la memoria anual del Consell Valencià de Col·legis Veterinaris (RIVIA).
En 2024 se registraron 11.004 perros nuevos y 4.429 gatos en toda la provincia. En la capital, Castellón de la Plana, la brecha entre estas dos especies no es tan grande: se sumaron 1889 canes y 1426 felinos durante el último año.
Los municipios con más perros y gatos inscritos el año anterior son:
- Vila-Real: 757 perros y 346 gatos.
- Vinaròs: 721 perros y 138 gatos.
- Benicarló: 578 perros y 188 gatos.
- Onda: 547 perros y 216 gatos.
- La Vall d’Uixó: 534 perros y 142 gatos.
Los datos de RIVIA muestran una pequeña disminución en cuanto al registro de caninos pero un aumento significativo de la tenencia de gatos. En 2021, en la provincia se registraron 13.654 perros, 2.650 más que el año pasado, mientras que, hace 4 años se sumaron al registro 1.394 gatos, 3.035 menos que en 2024, lo que resulta en un aumento del 217,7% en los últimos años.
Sin embargo, más allá de las cifras existe otra realidad: la de los animales que son abandonados, rescatados o esperando para ser adoptados. Para conocer esta segunda cara, hay que acercarse a quienes lidian de primera mano con esta situación. Graciela lleva desde 2006 colaborando con protectoras de animales y tiene una propia con otra persona. El año pasado, rescataron a 36 animales, 5 perros y 31 gatos.
Uno de los animales que rescató Graciela fue Mel, una perrita que pasó sus 5 primeros años de vida encerrada en un criadero, donde no fue tratada como un ser vivo sino como una máquina para producir cachorros. Durante esos años, vivió encerrada en una jaula obligada a parir una y otra vez sin importar su bienestar. Cuando finalmente su cuerpo no dio para más, la asociación se hizo con ella y le proporcionaron una vivienda digna con dueños que la quieren y la cuidan. A día de hoy, Mel tiene una enorme cicatriz que le recuerda todo lo que pasó pero también tiene una cama cálida y unas manos que le acarician todos los días.

Graciela opina que esta situaciones como las de Mel y otros muchos animales seguirán ocurriendo si la ley no se ejerce como debe: “la ley está pero no hay nadie que haga cumplir esa ley”. Considera que el problema del maltrato y el abandono es “un problema de la sociedad”.
Jornada por la adopción responsable
Frente a esta situación cada vez más asociaciones y protectoras están actuando, llevando a cabo actividades de concienciación. La última en convocarse fue la III Jornada de Adopción Responsable el pasado sábado.