Ximo Tirado i Gil.
Algo más de seis meses quedan para las elecciones locales y autonómicas de 2015 (24 de mayo, cuarto domingo de mes) y muchos cargos públicos comienzan a ponerse nerviosos. Más todavía después de conocerse los datos del Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de octubre de 2014. Y no es para menos. Si los pronósticos se concretan con los votos de los ciudadanos, más de uno que ahora tiene mando en plaza tendrá que dejarlo y situarse en los bancos de la oposición. Situación que no agrada a nadie que ha tenido poder pero que es bueno en democracia.
La entrada de Podemos en el juego político, aunque no utilice su nombre en las próximas elecciones, puede traducirse, según algunos analistas, en un trasvase de votos de unos partidos hacia la coalición o coaliciones en las que forme parte Podemos, según decidan sus círculos, aunque eso también tendremos que verlo. No es lo mismo unas elecciones europeas o nacionales que unas locales o autonómicas, donde el cabeza de lista, más para ser alcalde del municipio, si importa. Pero esto es futuro hasta que no se produzca el recuento de los votos del próximo 24 de mayo de 2015 y conozcamos los resultados.
De momento, todos los partidos políticos han comenzado, con más o menos fuerza, la pre campaña electoral, aunque se hará mucho más presente una vez acaben las próximas fiestas navideñas. Y a partir de entonces, a ganarse el voto del ciudadano.
Lo que ha quedado claro es que los ‘mortales’ estamos cansados de los corruptos y de que se saque dinero de las arcas públicas para beneficio del que lo hace. Estas actuaciones no debemos permitirlas ya que van en de detrimento de todos. Y esa línea es la que deben seguir los partidos cuando se presenten ante los ciudadanos. Es decir, todos los que quieren tener responsabilidades de gestión –por eso se presentan a los comicios- tienes que estar limpios y encima parecerlo.
Por otra parte, y concretando en las elecciones locales, hay alcaldes que lo están haciendo bien, dentro de las posibilidades que tienes, pero otros, mejor se hubieran quedado en casa. Y algunos de esos que son buenos alcaldes seguro que no van a repetir. Y es una pena. Llevan años dirigiendo los consistorios de la ciudad en la que nacieron y por diferentes circunstancias no estarán en las próximas listas. Pero esto lo concretaremos otro día.
