Luis Aleixandre Giménez. Ingeniero Técnico Industrial. Técnico de Energía.
En mi estreno como colaborador en Castellón Información, allá por la primera semana de enero de este año electoral, recuerdo haber augurado una necesidad de pactos para el gobierno en los distintos municipios de nuestra comunidad. Y así ha sido, como consecuencia de la irrupción de nuevos partidos políticos y el apoyo en las urnas de unos ciudadanos que han mostrado su descontento con las tradicionales mayorías de los tradicionales partidos políticos.
Con los votos repartidos entre el Partido Popular, PSOE, Ciudadanos, Compromís, Podemos en sus versiones locales y algunos partidos de ámbito local, se ha montado la marimorena. La falta de costumbre de los partidos en el arte de pactar puede provocar en algunos de nuestros ayuntamientos situaciones de riesgo y peligrosos procesos de ruptura que lleven a la ingobernabilidad y a la dejadez de tutela de los ciudadanos.
Me explico. Los modernos equipos de trabajo eficaces, en cualquier ámbito, están formados por individuos que tienen un objetivo en común. Dicho objetivo debe estar bien definido y ser consensuado y perfectamente conocido por los miembros del equipo. Además se deben establecer los roles y las tareas de cada miembro del equipo así como las interrelaciones entre los miembros. La confianza, la implicación, la responsabilidad y la comunicación entre los miembros del equipo resultan imprescindibles para llegar a conseguir el objetivo marcado.
¿Saben ustedes cuanto tiempo se requiere para que entre personas o grupo de personas diferentes, se produzcan relaciones de confianza y fidelidad? Pues mucho más que el tiempo transcurrido desde el día de las votaciones y el día de hoy en el que deben estar conformados los equipos de gobierno municipales. No tengo ninguna duda que la falta de tiempo para conformar equipos de trabajo eficaces y la falta de madurez de los mismos provocará con el tiempo desavenencias, desacuerdos e incluso rupturas que llegarán a finalizar con mociones de censura en los peores casos.
Una de las figuras más importantes en los buenos equipos de trabajo eficaces, es el líder. Un líder lo debe ser por aceptación de todos los miembros del equipo. No se impone. Es el encargado de aglutinar personas y recursos hacia la consecución del objetivo marcado. ¿Creen ustedes que el líder, en este caso el alcalde, pactado en unos pocos días por los distintos partidos políticos, cumple con las características adecuadas para su función? Yo creo que no.
Con todo ello me inclino a pensar que el resultado de los pactos municipales no creará equipos de trabajo eficaces, sino simples grupos de trabajo y en algunos ayuntamientos, ni eso. En todo caso, se pueden suplir algunas de las carencias de estos grupos con una receta que hoy en día no se prodiga, la generosidad. Si todos los partidos que forman un equipo de gobierno municipal y autonómico son generosos entre ellos, tendrán la posibilidad de recorrer juntos mucho camino y creo que los ciudadanos lo tendrán en cuenta en próximos comicios.
