Miguel Prim Tomás. Ex Parlamentario Nacional.
Hemos finalizado el mes de agosto, en el cual, como saben, seguimos sin tener un Gobierno salido de una mayoría Parlamentaria y, en septiembre, se volverá a reunir el Plenario para decidir si el Señor Sánchez tiene la mayoría suficiente para formar ese Gobierno que ya tarda en tener plena solvencia de los escaños del Congreso de los Diputados.
Finalizó el último capítulo, en el que el PSOE y Podemos no se pusieron de acuerdo para tener la mayoría requerida. Y según todos los indicios de la prensa diaria, Pedro Sánchez se ha encontrado con serios problemas, y todo hace pensar en una nueva convocatoria de elecciones generales que alargarían aún más esos presupuestos que están en ‘vilo’ y que demuestran la situación actual teniendo en cuenta la problemática, no solo en España, sino a nivel europeo e incluso mundial, para que sigamos teniendo las cosas tan ‘cogidas de alfileres’ que no sabemos cómo acabará la historia.
Hace tres meses daba mi opinión sobre el futuro inmediato del ‘centro derecha español’, y en ella se constató que el ir a la elecciones tan disociados era dar las cartas ganadoras a la izquierda. Cualquier demócrata puede pensar que esto es válido, tanto si manda la izquierda como la derecha, pero en estos momentos nos encontramos en un callejón sin salida a la vista de lo que piensa el señor Sánchez y lo que le dice a Podemos, y no dice a los independentistas catalanes y otros grupúsculos que buscan ciertas cosas que en la democracia no casan ni por casualidad.
El que desde estas líneas propugnamos otra vez, y lo seguiremos haciendo, es que el ‘centro derecha’ tiene más que une que los separa para conseguir formar un Gobierno sólido, puesto que la otra parte hay más cosas que los separan, que los unen. Sino a la vista está de lo que está sucediendo en estos últimos meses. Defectos, todos tienen, pero a la hora de buscar la concordia y el ‘progresismo verdadero’ es el ‘centro derecha’. Lo demás ya lo han demostrado que no son capaces, y si lo son, de momento no lo demuestran.
El tiempo en estos días venideros será el notario de lo que puede pasar.
Ojala nos llenemos los españoles de razones suficientes para olvidar ciertas cosas y hacer una España mejor, que es lo que muchos deseamos.
