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jueves, 25 de abril de 2024 | Última actualización: 21:07

Un pensionazo desvergonzado

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Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.

El reciente proyecto del Gobierno del señor Rajoy de reformar las pensiones españolas sólo puede calificarse como de una desvergüenza extrema, como el mejor ejemplo del desprecio que las élites españolas sienten hacia su pueblo. En el  proyecto de pensionazo, filtrado a los medios y  diseñado por el Partido del señor Rajoy, se habla de ampliar la edad de jubilación más allá de los 67 años, de ampliar a 40 años el cálculo para optar al 100 % de la base reguladora y de desligar la subida de las pensiones de la evolución del IPC. También, en el documento del gobierno del PP se habla de que el factor de sostenibilidad afectaría a las pensiones no sólo futuras, también afectaría a las existentes. Todo ello supondría, según diversos cálculos, una rebaja de nada más y nada menos un 40 % en las pensiones futuras con respecto a las actuales. Así mismo, implicaría, de aplicarse a las actuales una rebaja del 10 % en las mismas como mínimo. ¿Es o no es una desvergüenza extrema?

Claro, que todo ello no ocurriría sin el pensionazo de Zapatero, lamentablemente validado por CC.OO y UGT, y que implicaba no sólo una rebaja del 15 %,  al aumentar la edad de jubilación y el periodo de cálculo de la pensión, en las pensiones futuras; también incluía la dichosa cláusula del factor de sostenibilidad.

Dicho como sea, el pensionazo de Rajoy, y en su momento el de Zapatero, no es un simple cálculo actuarial. De hecho, el porcentaje del PIB que España dedica a pensiones es inferior a la media de la UE. Y lo que es más importante: se podrían tomar medidas alternativas. Entre ellas, desterrar la corrupción política, lo que roban los políticos, que cuesta un potosí a las arcas españolas. También se podría combatir ese fraude fiscal protagonizado en un 72 % por las grandes empresas españolas. Así mismo, podríamos fomentar la natalidad y dejar de ser el país de la UE que menos apoya a la familia. Y sobre todo, se podría hacer un intento de mejorar la productividad a través de una mayor inversión en I+D, pues, como ha señalado Martín Seco, es la productividad y no las cohortes demográficas de cotizantes la que garantiza o no la sostenibilidad de las pensiones. En definitiva, se podrían hacer muchas cosas alternativas. Pero, como de costumbre se ha optado por aquella que carga el coste en el pueblo español y no en las elites.