Noticias Castellón
jueves, 18 de abril de 2024 | Última actualización: 19:36

9 días de descanso político

Tiempo de Lectura: 7 minutos, 54 segundos

Noticias Relacionadas

Federico Arnau. Comerciante jubilado. 

Hoy sábado, ‘ja el dia és arribat’ de los nueve en que celebramos las fiestas fundacionales de Castellón, días en que la mayoría de los ciudadanos no trabaja, o solo medio día en una gran cantidad de empresa y, en caso contrario, se toman una semana a cuenta de vacaciones para poder disfrutar de gaiatas, collas o simplemente, con amigos y familia, de los distintos actos que la actual Junta de Festes ha programado para celebrar esta efeméride y que, salvo que tengas a mano algún periódico mientras tomas una cerveza, y tengas la sensación de hojear o coincidas en el momento del telediario, no nos enteramos de la actualidad en estos días. Nuestro pensamiento es dónde vamos, qué hacemos, luego nos encontramos…, con tal de poder participar en aquello que nos interese.

En plenas fiestas tendrá lugar la obra de teatro, y no programada en el Raval por ninguna compañía de teatro local sino en  el Gran Teatro de la Carrera de San Jerónimo (Congreso de los Diputados) a cargo de la compañía de Pedro Sánchez y Albert Rivera, salvo que recluten a alguien más ofreciendo concesiones para poder elevar a los altares de la Presidencia al Salvador de España, Pedro Sánchez, con 90 votos, el peor resultado de apoyo que el pueblo español ha concedido a  un líder del Partido Socialista Obrero Español.

Pero mientras no se modifiquen las normas, la política con moral o sin moral, permite hacer todas estas maniobras estratégicas por si acaso en algún renuncio se pueda colar alguna sorpresa. Como tras lo visto durante estas semanas y los movimientos realizados por unos y los no realizados por otros, pienso que la estrategia de Pedro Sánchez es que con la firma de entendimiento con Rivera se pueda convencer a Podemos de que se abstenga, se marque el punto de hacer un gesto por el bien de España y se vaya preparando y estudiando hasta las nuevas elecciones, la forma de poder convencer y demostrar que todo lo que se dice de ellos no es cierto, así como no hacer lo que predicaban en donde sí tienen el control de gobierno.

Si esto falla, le queda la alternativa de que, aunque sea en la segunda votación, esa solidaridad por el bien de España y los españoles, pueda hacerlo el PP y evitar que se les eche en cara el que, tras no querer aceptar la misión de formar gobierno porque era estéril, no acepte las 100 propuestas en su mayoría todas, según Ciudadanos, no rechazables, como  no subir el IRPF, incrementar el salario mínimo, bajar el IVA cultural, etc. Puede que se le pueda convencer al ganador de las elecciones, incluso por las empresas del IBEX, de que ceda por la estabilidad. Si esto ocurriese, ¿sería una bajada de pantalones o una jugada de jaque mate?

Llegado a este punto, Mariano Rajoy puede pensar que no tiene apoyos suficientes, que de aquí al 26 de Junio no tiene tiempo de poder aclarar todo el lío que tiene en el partido, poder depurar situaciones, coger el toro por los cuernos y empezar a limpiar sin miedo a que le inculpen, aunque sea inocente.

Si permite que Sánchez sea presidente, primero se anota el tanto de no interceptar la investidura, ya que él no quiso intentarlo y fuesen los otros los que quedasen como unos irresponsables ante los españoles; como de  todo esto se ha dado cuenta tarde, ahora dice que si falla Sánchez él volverá a intentarlo. Su tiempo ya pasó.  Ahora bien, le queda poder abstenerse y una vez iniciada la legislatura, todas aquellas leyes que se quieren derogar, solo tiene que votar en contra y que sean los demás los que decidan si apoyan o no. Además, se puede ralentizar cuando llegue al Senado, por tener el PP la mayoría. Por lo tanto, la gobernabilidad de España se traduciría en una legislatura corta y tener que celebrar nuevas elecciones, al tiempo que pueden renovar con gente nueva capacitada y que salgan al ruedo tapando bocas como hacen los demás.

La política no es grata pero quien se mete ya sabe a lo que se expone, se puede tener vocación de servicio, de querer trabajar por los demás, pero lo malo es que eso solo lo tienen aquellos políticos de los pueblos que no cobran un solo euro; sin embargo, en las poblaciones grandes o ciudades, además de cobrar, algunos se aprovechan de sus puestos para tener ventajas que el resto de los ciudadanos  no tenemos.

Todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario, incluso a veces con una sentencia de culpabilidad emitida por un juzgado, que te permite recurrir a otra instancia superior, como el Tribunal Supremo, para poder refrendar dicha sentencia.

Después de varias semanas recluida en su piso y solo haber emitido un comunicado hace días, la ex alcaldesa de Valencia y senadora por designación autonómica, Rita Barberá, ha convocado a los medios para dar, personalmente, explicaciones sobre el ‘caso Taula’.

Tras la declaración retransmitida por televisión y radio, el tiempo que he podido seguirla a través de La 1 de TVE, he visto a una Rita en su línea, muy segura de sí misma y que se ha jugado todo a una carta, su inocencia, su honestidad y la credibilidad de 24 años como alcaldesa.

Mientras no se demuestre y haya indicios de culpabilidad, Barberá es inocente. Pero nadie puede ‘tragarse’ y cuesta mucho creer, que alguien como ella, durante 24 años no haya olido nada de nadie  y todos sus concejales están investigados. Después de las declaraciones grabadas de su compañero en la Diputación de Valencia,  Alfonso Rus; o de aquellas a las que se hizo referencia en el caso Gürtel, de la mujer del expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, cuando comentó al de Orange Market: “Te has pasado tres pueblos”, en relación a los supuestos regalos recibidos, se  devolviesen o no… hay demasiadas cosas que plantean dudas.

Para el ciudadano normal de calle, cuesta mucho aceptar todo esto. Puede que no firmase ninguna concesión, puede que les dijese a sus concejales que no firmasen nada que no estuviese supervisado por los técnicos. Ella misma acepta que ha contribuido en donaciones al partido y que no se le han devuelto, han sido aportaciones incluso para sufragar en su momento los gastos extras de los guardaespaldas de los compañeros del PP en el País Vasco, e insiste en que no ha blanqueado nada ni ha tenido una caja B.

Se muestra como una funcionaria normal, que vive en un piso de alquiler, que no tiene más patrimonio y que este ha sido publicado seis veces en poco tiempo; incluso su viejo coche ya no lo tiene, y que ha sufrido ella y su familia el acoso de los medios y da gracias a Dios porque sus padres ya no están, para evitarles todo este sufrimiento que está padeciendo, y que se apoya en su familia y una docena de amigos para poder vivir.

Y con esta declaración, personalmente, me importa un pimiento que viva en un piso de alquiler y no tenga coche; esto último es normal ya que, si durante 24 años ha disfrutado de uno oficial, ¿para qué necesitaba otro? En cuanto a la vivienda, cada uno puede decidir pagar un alquiler o comprar, sobre todo porque la cultura nuestra es para qué pagar un alquiler en el que tiras el dinero… por lo menos lo inviertes en tí y dentro de unos años tienes esa propiedad. Esto es lo que pensamos los ciudadanos, con un sueldo corriente. Si Barberá con un sueldo de 100.000 euros , o 50.000 de hace 24 años, añadimos gastos de representación, móviles, ordenadores y demás por el servicio prestado, el ahorro es considerable, y no necesita segunda vivienda porque ya tiene amigos o familiares que le invitan a pasar sus días en el domicilio o apartamento, cosa que es normal. Pero lo que no es normal es que exprese “¡Es que yo no tengo patrimonio! ¡Si hasta vivo de alquiler!”. No tendrá un piso y una segunda vivienda como muchos trabajadores de esta comunidad, pero que tienen sus cuentas de ahorro tiritando para poder mantener lo que les ha costado durante muchos años de trabajo. Por lo tanto Rita no tendrá nada en propiedad pero seguro que sacando una media de 60.000 euros anuales, resultan unos 1.440.000 euros de ahorro restando impuestos. Seguro que en alguna cuenta tiene que tener ahorrado, como mínimo, el millón de euros ¡Pobrecita!

Descansemos estos nueve días de fiesta sin pensar nada más que en pasarlo bien, que los que tengamos la suerte de poder comprarnos tickets para los diferente mesones o una entrada de toros; y los que no tengan esa suerte y deban llevar un bocadillo en la mochila, que la luz, la pólvora y la música nos haga felices sin pensar qué gobierno nos va a beneficiar o fastidiar y qué políticos nos tomarán el pelo como si fuésemos idiotas.