Alejandro Moreno. Psicólogo. Educador. Cooperador Internacional.
Este mes que comienza los españoles y españolas que puedan y quieran votar, volverán a las urnas el próximo 26J. Hago mención a los que puedan porque las condiciones para muchas de las personas que están fuera de España les será imposible hacerlo y lo sé porque lo vivo muy familiarmente. Y ante esas condiciones las predicciones sobre los resultados son muy imprevisibles.
Hay un rumor generalizado de que “estamos hartos” (de ahí también se desprende que la gente quiera votar o pasar de todos) de que los representantes políticos electos no lleguen a un acuerdo para formar un gobierno, ¿será esto falta de cultura democrática? Puede ser. Mi experiencia personal me dice que dialogar con distintos representantes y llegar a acuerdos, es posible. Y gobernar sobre objetivos y líneas claras también lo es. Hay que renunciar a varias cosas para ello, una de esas cosas es el orgullo de creer que tenemos la razón de la calle. Ocupar el lugar que te otorga la gente es lo más sensato que cada uno puede hacer y esto no lo llevan a la práctica sobre todo los partidos tradicionales que han gobernado España desde la transición a la fecha, les pesa mucho su orgullo y su subjetividad política.
Y en esas estamos, buscando que la gente solucione este bloqueo con unas elecciones generales nuevas, salidas de una legislatura con gobierno en funciones. Yo personalmente estoy harto de que se mantengan gobernando las mismas fuerzas políticas, sobre todo porque ambas son responsables de la situación en la que nos encontramos. Es por eso que se requiere de un cambio, un verdadero cambio.
Tirar fuera al PP, ese es el objetivo, porque ya basta de corrupción, ya basta de mentiras, ya basta de clientelismos políticos y muchas cosas más.
Obligar al PSOE a recuperar dos letras; Socialista y Obrero, me suena hasta raro identificarlas con ellos y ellas.
Neutralizar la ultra-derecha disfrazada de nueva democracia española. Solo hay que analizar cómo han venido irrumpiendo y las formas con las que van actuando y los amigos y amigas que van presentando.
Es el momento de fortalecer la unidad de los movimientos sociales, porque Unid@s Podemos las organizaciones de base; Unid@s Podemos l@s trabajador@s en lucha por la defensa de nuestros derechos; Unid@s Podemos l@s agricultor@s que resisten las políticas que asfixian la producción en el campo; Unid@s podemos l@s trabajador@s que resisten también al trabajo precario, a jornadas interminables y a la falta de tiempo libre y de conciliación familiar; Unid@s podemos l@s autonom@s que padecen la falta de apoyo en un mundo de competencia desleal con las grandes empresas nacionales y multinacionales; de trabajador@s en general; de familias en exclusión social o al borde de la misma; de personas en zona de exclusión social crónica.
Es el momento que las organizaciones populares, en lucha de toda la vida trabajen conjuntamente y alcancen esos tres objetivos: Ganar al PP; obligar a representar al obrero y a políticas de socialismo real; a mitigar acciones e ideas reaccionarias y retrogradas de “Ciudadanos” de la derecha más rancia, con voluntad manifiesta de recuperar el pasado, justificando “paz y orden” de las dictaduras.
Y hay que alcanzar esos tres objetivos, porque si no, en caso contrario, comprobaremos que: En aras a la estabilidad (de la burguesía) y el sentido de estado, se materializará la alianza de la Gran Coalición. Es la apuesta de quienes ponen su dinero en paraísos fiscales, de quienes aprietan al pueblo a sufrir los recortes, que ya proveen en un futuro gobierno, cumpliendo las órdenes del mandato de la actual Unión Europea.
Lo único que nos queda somos nosotras, las personas de a pie, las de abajo, las que pagamos entre el 19 y el 45% de impuestos en nuestras rentas de trabajo. Y no evadimos con cuentas en paraísos fiscales.
Lo único que nos queda es la organización y la movilización, pero también la concienciarnos toda la gente para que de una vez por todas, inserten la papeleta que sea el símbolo del cambio verdadero, y boten a los responsables de la vergonzosa situación de desigualdad social en la que vivimos diariamente.
