La antigua Comandancia de Marina se demolerá para albergar un inmueble singular de tres plantas envuelto por ‘una piel’ de cerámica termo protectora
El nuevo edificio singular de la Autoridad Portuaria estará situado sobre la antigua Comandancia de Marina, que será demolida junto a la zona de aparcamiento. Será un inmueble de nueva planta, con planta baja y tres alturas además de la cubierta. Estará revestido de una 'piel' de lamas cerámicas. El Museo de la Mar estará situado en la planta baja con acceso independiente. El coste de edificación antes de su adjudicación asciende a casi 7,5 millones de euros (IVA Incluido). Se han presentado 13 propuestas.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Rubén Ibáñez ha presentado esta mañana el diseño del nuevo edificio singular de la Autoridad Portuaria en el Muelle de Costa, sobre el solar que ocupa actualmente la antigua Comandancia de Marina y su zona de aparcamiento.
Una presentación para las autoridades del Ayuntamiento de Castellón, con la alcaldesa Begoña Carrasco, la teniente alcalde del Grau, Ester Giner, y la concejal de Cultura, María España, y para los medios de comunicación. El presidente ha estado acompañado por los arquitectos redactores del proyecto: José María Medrano y Gustavo Sáez.
Las primeras observaciones, realizadas por Rubén Ibáñez, se han centrado en la dificultad de obtener la cesión del edificio de la antigua Comandancia de Marina, construida en 1940, y sus sucesivas valoraciones económicas: desde los 174.000 euros de la tasación de la Autoridad Portuaria, a los 400.000 euros del Ministerio y, finalmente, la valoración realizada por Hacienda que ascendía a 600.000 euros.

Sobre estos parámetros el ayuntamiento de la legislatura anterior, y el Puerto, que entonces dirigía Rafa Simó, firmaron el convenio de cesión de la antigua Comandancia, para destinarlo a un edificio de uso público para la Autoridad Portuaria y de uso para los castellonenses.
El pliego de condiciones para sacar a concurso el proyecto planteaba inicialmente el refuerzo de toda la antigua estructura para añadir una tercera planta. Mantenía la fachada, pero contemplaba la demolición interna.
El equipo de arquitectos que ganó aquel concurso estudio los detalles recogidos en el pliego de condiciones, así como la situación el antiguo inmueble, en desuso durante años. Las conclusiones alcanzadas fueron, que solo el esfuerzo de reforzar la estructura original para poder añadir aquella tercera planta incrementaba enormemente la inversión prevista.
Por lo tanto, y de común acuerdo con la Autoridad Portuaria, se determinó la demolición de la Comandancia, que no se encontraba sujeta a ningún tipo de protección urbanística, para diseñar el nuevo inmueble, singular, sobre el solar que ahora ocupan la Comandancia y el aparcamiento lateral.
Por otra parte, también se acordó modificar la pastilla de suelo para eliminar los aparcamientos y el ‘efecto rotonda’ que ejerce la antigua construcción, para crear una zona pública de paso y plaza peatonal, que presida el nuevo edificio singular, lo que servirá también, para eliminar las barreras del puerto con el Grau y mejorar la accesibilidad del casco urbano con el muelle de Costa y el mar.
El Museo de la Mar en la planta baja
Aunque la instalación el Museo de la Mar en la antigua Comandancia había sido una de las promesas realizadas cuando se acordó la cesión, los documentos oficiales y los pliegos de condiciones no concretaban la inclusión de esta infraestructura, o lo dejaban muy en el aire, como una de tantas posibilidades de uso. El convenio con el ayuntamiento hablaba de la posible inclusión en un museo o una sala de exposiciones u otras actividades culturales.
Sea como fuere, cuando los arquitectos comenzaron a redactar el proyecto, la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento les advirtieron que reestudiaran la superficie de la planta baja para albergar este Museo de la Mar, como uno de los signos emblemáticos del inmueble.
De esta manera, y una vez estudiadas las necesidades, se modificó la planimetría de la planta baja para que el nuevo Museo de la Mar cuente con una superficie similar a la que tiene ahora en los antiguos lavaderos del Grao.
Eso, y el diseño propuesto por técnicos, que simulan una decoración que se asemeja a las cuadernas de los barcos en construcción, convierten este espacio en un verdadero homenaje a las tradiciones marítimas del Grau.
Detalles del proyecto del edificio singular

El edificio singular estará construido en hormigón, con un ‘agujero’ o patio central en torno al cual se distribuyen el resto de las instalaciones, con el fin de incrementar la luz natural en el interior.
Tendrá una superficie construida de 2.727 metros cuadrados y una superficie útil de 2.585,25 metros cuadrados.

Constará de un sótano, planta baja, plantas primera, segunda y tercera y la planta de la cubierta.
La primera planta albergará oficinas. La segunda, los despachos de presidencia y sala de reuniones. La tercera contendrá el salón de actos y la Sala del Consejo.
Y, finalmente, la azotea, o cubierta, también estará destinada actividades de uso público.

Aunque lo que más llamará la atención de este edificio, será que todo él estará cubierto con una ‘piel’ de lamas de cerámica, que le da un aspecto… cuanto menos sorprendente. Según los arquitectos, han intento simular la forma de un noray gigante, elemento que sirve para sujetar las amarras de los barcos en los puertos… Una apuesta arriesgada que los técnicos esperan que sea aceptado por los graueros como parte también de su cultura.
La ‘piel’ o el envoltorio, estará formado por lamas de cerámica que permitirán visibilizar el inmueble, el paso de la luz natural, pero también, servirá como aislamiento para preservar la temperatura y el mantenimiento interior.
Los accesos al museo y a la cubierta serán independientes de los del resto de las plantas.
El entorno del nuevo edificio será diáfano, ‘pisable’, para uso público, peatonal, sin zona de aparcamiento.
El coste de edificación del nuevo inmueble asciende a 7.241.978,5 euros (IVA incluido) con un plazo de ejecución de 24 meses.
La obra ya ha salido a concurso público a través de la Plataforma de Contratación del Estado, y se han presentado ofertas de 13 mercantiles para ejecutar los trabajos.
El Puerto espera poder concluir las obras para que el nuevo edificio entre en servicio en el 2027.
El objetivo es mantener el actual edificio de la Autoridad Portuaria para albergar todos los departamentos administrativos que ahora ya van faltos de espacio, y destinar el nuevo para presidencia, representación y oficinas de dirección.
Begoña Carrasco: “La colaboración puerto-ciudad está transformando Castellón y abriéndola al mar”

La alcaldesa de Castellón ha mostrado esta mañana su satisfacción tras conocer los detalles del nuevo edificio de la Autoridad Portuaria de Castellón, y ha señalado, que la buena relación Puerto-ciudad ayuda a transformar la ciudad para abrirla al mar.
Carrasco se ha referido también a otros proyectos comunes como la reciente cesión del Jardín del Puerto la reforma de la Rotonda del Centenario, del Edificio Moruno, o el proyecto de la nueva Vía Verde por el Camí de la Pedrera que conectará el puerto con el entorno de la ermita de la Magdalena
Respecto a la nueva sede de la Autoridad Portuaria, Carrasco ha resaltado que “con la nueva sede, que ocupará el espacio de la antigua Comandancia de Marina, la ciudadanía ganará nuevo espacios públicos, con una nueva plaza abierta al público que nos va a permitir ver el mar desde el Paseo de Buenavista”.
“Además, también vamos a poder contar con un nuevo Salón de Actos en el Grau, que se sumará al existente en el Centro Cultural La Marina e incluso con una azotea para la organización de eventos tal y como hemos podido comprobar en la presentación de esta nueva sede para la Autoridad Portuaria”, ha detallado la alcaldesa.






































































