Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
La insensatez y majadería del ciudadano Bertomeu, a la vez indigno Presidente de un Barcelona C.F., ha tenido el desacierto de convertir a esa entidad deportiva tan digna y con un pasado tan lleno de títulos y éxitos que he llegado a polarizar la simpatía de muchos millones de españoles, y que siempre fue considerada como ‘algo más que un club’, en todo lo contrario.
Al politizarla, le ha hecho perder su esencia de entidad deportiva y seguramente va a traerle emparejada la desafección de muchos de sus simpatizantes españoles, catalanes o no catalanes, que no entienden que se pueda tratar de manipular así sus sentimientos deportivos.
El apoyo expreso declarado por Bertomeu al Pacto Nacional por el Derecho a Decdir, que es el eufemismo que enmascara al independentismo catalán en todas sus variables políticas, no le va a salir gratis al Barça, y la responsabilidad caerá sobre las espaldas de un Presidente, que ni siquiera ha sido elegido directamente, pues ha heredado el cargo dentro de un proceso judicial que ya le ha llevado mucho desprestigio al equipo, como presunto evasor fiscal, motivo que provocó la dimisión de Rosell y la llegada de Bertomeu.
Yo le preguntaría ahora a ese señor, el futuro que le espera al Barcelona, en una Cataluña Independiente.
Sin poder participar en la Liga Española, la francesa también le ha negado la posibilidad de competir en ella y es de suponer que tanto la UEFA como la FIFA tardaran mucho tiempo en reconocer a Cataluña como un miembro mas de esas dos entidades, por lo que se tendría que limitar a competir con el resto de los equipos catalanes y como mucho a organizar algún amistoso no oficial con Andorra, que no podría negarle a su Coprincipe el Obispo de la SEU el favor de aceptar de vez en cuando un partidito entre semana, para mayor gloria y honor del catalanismo, a fin de que los periódicos catalanes pudiera hablar de los “éxitos internacionales” del futbol catalán.
Por supuesto la Champions se convertiría en una utopía para ellos, pero eso si podrían organizar la Copa President de la Generalitat, que ganarían el noventa y cinco por cien de las veces a su “eterno rival” el Español para mayor gloria de Cataluña, y uno de cada cien años podrían tener opción a disputarle la Liga o la Copa Catalana, el Badalona, el Lleida, el Girona, el Nastic o incluso el Llagostera, Hospitalet o Badalona.
¿Qué jugadores de élite mundial se quedarían o querrían venir a jugar en ese equipo?
¿De dónde se sacaría el dinero para poder pagarles?
Siempre quedaría la TV3 para pagar todos los caprichos como ahora, pero en ese caso mucho me temo que el ‘seny del catalans’ acabaría por oponerse a los gobiernos de ERC y CiU que se alternarían allí, como lo hacen PP y PSOE y ese mundo ‘yuppi’ que ahora se les promete a los ingenuos catalanes que se fían de esa gentuza no sería en la realidad mas que una triste ruina aislando a Cataluña de España, de Francia y de la Unión Europea, en razón a las Leyes vigentes en la actualidad, que en el mejor de los casos les tendrían bastantes años en “la fría soledad del incomprendido” que sería el argumento esbozarían el clan de los Pujol-Mas y los eméritos de ERC, para haber sumido a Cataluña en el pozo del olvido del mundo.
Y es que en Cataluña, ellos no entiende un “Barça, que no sea exclusivamente catalán” y por eso no les importa herir los sentimientos deportivos de quienes se sienten simpatizantes del equipo al que consideran tan español, como lo son ellos mismos.
Con su pan se lo coman, pero que no esperen una comprensión que no merecen.
