Pepe Aymerich. Vicepresidente de acción Política España Suma
El viernes pasado, en la entrevista de Radio Vila Real a los dirigentes de España Suma Castellón salió a la palestra la pregunta: ¿estamos viviendo en una democracia formal? la respuesta fue, si por formal entendemos que haya elecciones cada cuatro años diremos que sí, pero si el termino formal, además de votar incluye un mandato del electorado y una revocación del acta en caso de deslealtad al mandato, diré, que a día de hoy, no estamos en una democracia formal.
Aplicando el concepto de democracia formal ampliado con el mandato y revocación del acta, al caso de la permanencia o retirada de los nombres de varias de las calles de Castellón, por parte del equipo de gobierno vía decreto, diré que dicho acto no es un acto propio de una democracia formal, porque tal decisión carece del mandato imperativo del electorado, por lo que el ayuntamiento debería contar con una amplia participación de los ciudadanos o del Consell Municipal de Cultura, propiciando un debate, y posterior votación, sobre la permanencia o retirada de los nombres de calles. Por no contar, no contó con la participación de los grupos políticos de la oposición del ayuntamiento. La alcaldesa nos ha hecho un Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como. Con este golpe bajo a la democracia de los ediles del PSOE, Compromís y Podemos pretenden eliminar a hijos ilustres de Castellón de la Plana del callejero de la ciudad, sin otro criterio que la aritmética de los votos, es decir, se han impuesto los criterios partidistas y sectarios del equipo de gobierno y se ha ignorado el sentir de los ciudadanos implicados.
Sra. Alcaldesa, podría decirnos ¿qué criterios ha empleado para remover la toponimia de unas calles de Castellón? ¿El contexto histórico? ¿Cargos en una determinada corporación? ¿Por las acciones de desempeño en crear espacios de convivencia/enfrentamiento? ¿Por la escasez de méritos y contribuciones para mejorar el estado de bienestar de los castellonenses? Los criterios que ha empleado para revocar, ¿son los mismos que ha utilizado para designar la nueva toponimia?
Cuando no se tiene en cuenta o se prescinde del mandato imperativo del electorado, se dinamitan las bases de la democracia formal. Este es el cáncer que se ha anidado en el equipo de gobierno del ayuntamiento de Castellón de la Plana. Ante ello, sólo cabe pedirles que dejen el acta de concejal y vuelvan a sus profesiones, si es que las tienen.
