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Vall d’Alba se prepara para sumergirse con solemnidad en los actos religiosos de la Semana Santa, una cita que volverá a tener en la procesión del Santo Entierro su acto central, bajo la organización de los miembros de la Cofradía del Cristo de la Esperanza de la localidad, que han nombrado este año como Cofrades de Honor a Rafael Altabella Ciprés, presidente del Club Deportivo Vall d’Alba, y su esposa Gloria Fabregat Suller, dos personas muy conocidas y apreciadas en la localidad.
La Pasión de Vall d’Alba arranca el Jueves Santo (24 de marzo) con la celebración de una santa misa (17.00 horas) y el posterior traslado del Santísimo al Monumento, que después será velado por los cofrades y devotos de la localidad. Es el preludio de la procesión del Santo Entierro que, solemnemente, marca el Viernes Santo (25 de marzo) en la localidad. A las 10.00 horas se ha programado el Vía Crucis, que darán paso a los Santos Oficios (17.00 horas) y, finalmente, la Procesión del Santo Entierro (20.30 horas), jornada en la que la comitiva de cofrades, vecinos y autoridades, sale de riguroso luto de la parroquia de San Juan Bautista por las principales calles del municipio. La cita está abierta a todos los ciudadanos, así como a las numerosas asociaciones y cofradías de las pedanías de Vall d’Alba.
Durante el recorrido, serán procesionadas las imágenes de del Cristo de la Esperanza, la Virgen Dolorosa, el Cristo Yacente, el Cristo Nazareno y el del Corazón de Jesús, portado por niños del municipio. Asimismo, y desde hace dos años, desfila el paso de la Cruz y el Santo Sudario. Todos los pasos son acompañados por cientos de valldalbenses y un silencio estremecedor roto por el estruendo de la Sección de Bombos y Tambores, encargados de marcar el paso de toda la comitiva.
La procesión del Santo Entierro está a punto de cumplir una década, después de que hace 8 años fuera recuperada por la Asociación Cultural Cristo de la Esperanza, poniendo fin a años de olvido a esta tradición religiosa en la localidad.
