Iván Sánchez. Alcalde de Sant Jordi.
Es la primera vez que tengo la oportunidad de escribir en un espacio como este que me brinda Castellón Información en el que poder aportar mi punto de vista particular de las cosas, tratar de sumar con mi perspectiva al relato que todos vamos construyendo de la actualidad y del mundo que nos rodea a partir de nuestras experiencias y perspectivas.
Y quiero hacerlo a partir de hoy con dos claves que creo que son fundamentales a la hora de analizar cualquier aspecto de nuestra actualidad: abordando el asunto en cuestión, cogiendo el toro por los cuernos, o a quemarropa, y con una clave de ilusión, de ganas de hacer, de no perder el tiempo con cosas que no lo merecen y de plantarle cara a las adversidades del presente y el futuro, haciendo ‘pájaros de barro’ y echándolos a volar, como decía bien Manolo García en su emblemática canción.
Y es que venimos de tiempos aciagos en los que alcaldes como yo hemos tenido que plantarle cara a situaciones inéditas que jamás imaginamos tener que vivir. Una enfermedad desconocida que ponía en riesgo todo lo que conocíamos hasta el momento, todo lo que más nos importaba, nuestras familias, nuestras vidas. Y lejos de esconder la cabeza bajo suelo cual avestruz asustada, hemos mirado de frente a la adversidad con trabajo y nuevas fórmulas que han ayudado a ir creando una ‘nueva normalidad’ en nuestros pueblos con la que poder salir adelante.
Esta semana en la que se cumplen dos años de legislatura he vivido ese sentimiento encontrado de recordar todo lo que se ha perdido por el camino y también de la esperanza de la vacunación. Y es que no se habla de otra cosa cuando te encuentras con alguien al que hace tiempo que no ves: ¿ya te han vacunado?, ¿cuál te han puesto? En este tiempo hemos tenido que aprender tantas y tantas cosas…
Pero como bien dice la cultura popular ‘de todo se aprende’, y creo que sobre todo hemos aprendido, o deberíamos haberlo hecho como sociedad, a ser mejores personas. A valorar las pequeñas grandes cosas de nuestro día a día. Un abrazo de nuestros familiares, la conversación con nuestros amigos, la vida social en nuestros pueblos, la celebración de nuestras tradiciones.
Hoy, para empezar con buen pie en esta primera carta 'a quemarropa' que os escribo desde Sant Jordi, os invito a ir cerrando el libro de las horas muertas y a hacer pájaros de barro. Que no falte nunca ni la ilusión ni el trabajo por ayudar a crear una sociedad mejor. En nuestra mano está.
