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lunes, 20 de mayo de 2024 | Última actualización: 23:12

¿Trabajan por el bien de las fiestas o para que no las haya?

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E. Coronado/doctora en comunicación

Desde hace poco más de una semana he tenido la ‘suerte’ de que me permiten asistir a la Comisión de Investigación de las Fiestas de Castellón. Y digo ‘suerte’, porque así es como lo han definido algunas personas llegadas al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Castellón: ‘suerte’ y ‘privilegio’ de la prensa.

Repito algo que ya he dicho antes, llevar muchos años en prensa me permite tener memoria, tener criterio y, sobre todo, divisar mucho más de lo que muchos quisiera que viera.

Sí, es una suerte y un privilegio estar en las sesiones de investigación. Es una suerte poder tener memoria, y es una vergüenza, propia y ajena ver lo que están haciendo con las Fiestas de Castellón.

La Comisión de Investigación y, lo digo en nombre propio y personal no como medio de comunicación, es un circo. Un circo de payasos para echarse a llorar.

Quiero transparencia. Quiero saber. Quiero saber cómo funcionan y han funcionado las cosas… pero esto no tiene nada que ver con todo lo que están haciendo.

No creo que nadie me pueda acusar de ser afín a Jesús López, aunque si se, que según quien gobierne, paso de ser para algunos roja, amarilla o azul. ¡Que malo es tener memoria!

En las dos sesiones de la Comisión de Investigación que se han realizado hasta el momento, he contemplado espantada: interrogatorios en tercer grado a personas o colectivos que han colaborado con las fiestas.

Hay cosas que se pasan por alto porque no interesa; y otras en las que se incide de forma repetida, una y otra vez: ocupación de vía pública, concesión de actividades, gestión y contratación, por poner algunos ejemplos y, sobre todo: ¿Cuánto ganaban?

En este país de las envidias, solo importa eso… ¿Cuánto ganaban…?

Todo esto me podría parecer acertado si no supiera tantas cosas… si me faltara la memoria.

La Comisión de Investigación de las Fiestas es un circo, porque está presidida y manipulada por quienes no creen en el sistema tradicional con que se han organizado las Fiestas de Castellón durante los últimos 20 años. Y sí, me refiero a Castelló en Moviment y, concretamente, al señor del Señor, y como bruta que soy, se lo he dicho en la cara. Otro defecto que tengo.

La batería de preguntas me parece miserable (la gran mayoría de ellas por parte de Castelló en Moviment), y la manipulación que realizan, con el consentimiento del bipartito, más. Los datos que se sacan a relucir, son parciales; los juicios de valor, inadmisible; y, sobre todo, es del todo vergonzoso que se haga pasar por el ‘agujero del poder’ a los colectivos que han participado en las fiestas durante tantos años.

Que sea Castelló en Moviment quien haga las notas de prensa y elabore las conclusiones de cada investigación, es parcial. No tiene nada que ver con la objetividad.

Que las conclusiones se hayan sacado ya, aún e incluso antes de los interrogatorios, me parece indigno.

Y que ‘olviden’ intencionadamente’ o ‘ignoren’ intencionadamente los protocolos que se han seguido hasta hace un par de años, cuando se creó el Patronato… ya clama al cielo.

Hace muchos años, una persona que ama a Castellón sobre todas las cosas, tuvo el detalle de contagiarme el orgullo de ser castellonero, de vivir la Romería de la Magdalena como el río verde que formal o informalmente se siente parte de esa tradición; de hacerme partícipe de tradiciones y costumbres, de comprender el origen de lo que se hacía y por qué se hacía. ¡Y créanme!, esa persona era de todo menos azul…

Y con él otros, como Vicent Pau Serra me describía las tradiciones y el espíritu de las personas…

Seré una romántica, quizá una tonta… pero me enamoré de toda aquella tradición que yo ahora intento explicar y compartir. Intento respetar a los que piensan como yo y a los que no lo hacen… pero yo no soy política. No me aprovecho de mi cargo, de mi ventaja en una Corporación donde las decisiones de unos pocos condicionan a toda una ciudad, para hacer valer lo que pienso sobre todos los demás.

A lo largo de toda mi vida periodística he vivido y visto como, los unos y los otros, según quien mandara,  partían contratos o adjudicaban a su conveniencia, cuando una misma entidad formaba varias empresas para cumplir los protocolos de adjudicación. Cómo, entradas, privilegios y otros temas, se reparten primero entre los miembros de la Corporación (de diferentes colores)… antes de llegar a la calle.

Y también tuve el privilegio de vivir la creación de la Junta de Fiestas, a finales de los años 80 (gobernaba un socialista, por cierto), como una entidad jurídica que funcionaba de forma independiente al Ayuntamiento. Y tenían razones para ello...  despolitizar las fiestas, aunque los políticos siguieran allí; poder contratar, organizar, darle a las fiestas un toque de calle para unas fiestas de calle donde se respetara tanto la parte tradicional como la participación popular.

No voy a entrar en buenos y malos en las Juntas de Fiestas de la ciudad. Los políticos, de todos los colores, aprobaron aquella organización y aquellos protocolos.

He vivido con orgullo, cómo las fiestas crecían y se convertían en un eje de desarrollo y disfrute… y he sufrido los abusos de autoridad de quienes se consideraron reyezuelos de sus feudos.

Pero créanme, nunca pude sospechar ni adivinar que se llegara a lo que se está haciendo ahora. Se habla de democracia y libertad para la Junta de Fiestas, pero se les siega la hierba que les crece debajo de los pies. ¿No se ha elegido democráticamente?, pues entonces, respeten lo que se eligió. Y si no les gusta inventen otras formas de elección de la Junta, pero den la cara y díganlo con la cabeza alta.

La Junta de Fiestas del Jesús López pudo tener muchos aciertos y muchos desaciertos. Pero todos ustedes, desde los partidos políticos que en su momento los arroparon, de uno y otro color, sabían que tenían libertad para contratar, para pagar, para buscar patrocinadores, para buscar fórmulas alternativas… porque el discurso de todos, de uno y otro color, no ha variado demasiado en 30 años: presumen del recorte de gastos pero quieren resultados sonados, y juegan con el fervor de la gente.

Juzgan el Mesón de la Tapa y la Cerveza… y antes de que todos los integrantes de la Comisión se reúnan para analizar los resultados, ya tienen un veredicto de culpabilidad, porque Castelló en Moviment ya se ha encargado de ser juez y parte, y de manifestarlo públicamente…

Ocupación de vía pública, si… ¿No tendrá esto nada que ver con la petición de Izquierda Unida antes para que las fiestas de calle se hagan sin santos patronos y paguen impuestos en las procesiones?.

Adjudicación de contratos de gestión para las fiestas… ¡La junta podía hacerlo!, tenía el voto favorable de La Corporación, de todos, los unos y los otros para hacerlo, porque era la única forma de hacer actividades, contratos y pagar cuando tocaba, porque el Ayuntamiento, hasta la Ley de Administraciones Públicas, pagaba tarde, mal y nunca, y mucho más caro, porque los proveedores no se fiaban…

Beneficios… lógicamente quien colabora persigue algo. Unas veces beneficio económico, llámese proveedores, concertistas, mesones… ¿O me van a decir ahora que la gente trabaja como decía Hitler por la satisfacción de servir?

Finalmente, también me llama la atención que cuestionen facturas o pagos cuando reconocen que carecen de toda la documentación y solo tienen parte de ella. Interrogan a los colaboradores antes que a los responsables de las fiestas y a los gestores políticos, y dejan caer que tienen facturas de la Junta de Fiestas por conceptos que los colaboradores no recuerdan o dicen no conocer…

Honestamente, yo no dispongo de todos los datos para hacer juicios prematuros y poner al pie de los caballos a los colectivos y las personas que han trabajado por las fiestas. Y sus conclusiones previas y unilaterales no me parecen fiables sin conocer todo el fondo de la película.

Y hacer pasar por el agujero del poder a los colaboradores, asociaciones, entes vinculados a las fiestas… Perdónenme por pensar mal… pero me parece una retorcida estrategia para hacer que los que participan por el orgullo de participar, se sientan culpables de ello… y si consiguen lo que persiguen, que se nieguen, a partir de ahora a contribuir o participar en las fiestas de Castellón. ¿Ustedes trabajan por el bien de las fiestas o para que no las haya?