Visita Ad limina significa ir a los umbrales de los apóstoles, y en Roma tienen una relevancia particular San Pablo y San Pedro. Por eso hoy, el obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, celebrará la eucatistía en San Pablo Extramuros.
Esta mañana, sigue las reuniones con las congregaciones y consejos. Como responsable en la Conferencia Episcopal Española de la Catequesis, el obispo tendrá una mirada particular en esta materia competencia de la Congregación del Clero, que también atiende a las cuestiones relacionadas con los sacerdotes. También se reunirá con el nuevo Consejo de Promoción de la Nueva Evangelización, otra de las grandes prioridades diocesanas.
La Basílica de San Pablo Extramuros es una de las iglesias más antiguas de Roma, siendo construida en el siglo IV sobre la tumba del apóstol de los gentiles, a las afueras de la ciudad (de ahí su nombre de “extramuros). Tras un incendio en el siglo XIX, fue reconstruida y consagrada en 1854 por el Papa Pío IX coincidiendo con la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
La Congregación para el Clero trabaja en tres secciones: la del clero encargada de los sacerdotes y sus instancias propias, la de la catequesis y la del patrimonio y bienes materiales. Será por tanto una referencia en la preparación del nuevo plan pastoral diocesano centrado en la parroquia, así como en la competencia de mons. López Llorente en la Conferencia Episcopal, encargado de la Catequesis. Creada después del Concilio de Trento (1564) esta Congregación fue refundada en 1967 con las atribuciones acordes a la renovación del Concilio Vaticano II.
El Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización fue creada por Benedicto XVI en septiembre de 2010 para profundizar el sentido teológico y pastoral de la nueva evangelización, promoviendo junto con las Conferencia Episcopales el estudio, la difusión y las actuaciones del Magisterio pontificio. En particular está llamado a favorecer la utilización de las nuevas formas de comunicación para que sean instrumento de evangelización, así como promover los medios más eficaces para la transmisión de la fe, en especial a través del uso del Catecismo de la Iglesia Católica.
