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miércoles, 24 de abril de 2024 | Última actualización: 19:17

Contrasentidos extremos en España

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Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.

Me parecen muy chocantes, los constantes bandazos que sufrimos los resignados ciudadanos españoles, en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana.

Vivimos y bailamos al son que nos marcan cuatro “cuenta cuentos” descerebrados, que encumbrados de una manera tan aleatoria como incomprensible, van marcando las pautas de la conducta a seguir por casi cincuenta millones de aborregados e incapaces de distinguir lo que es trigo de lo que es cizaña.

Esta semana en curso, se han reunido en Barcelona dentro de un protocolo entre iguales, cuando ni lo son ni lo serán nunca, un Pedro Sánchez que sería capaz de vender su alma al diablo por poder acabar la presente legislatura como Presidente del Gobierno, con un Pere Aragonés que curiosamente los catalanes le han elegido como al Primero de los Catalanes, para representarles de igual a igual, frente a una España de la que forman parte.

¿Cómo es posible tanta estupidez, entre quien nunca debió de asistir a ese “paripé” entre desiguales y quién nunca debió de convocarlo?

Pues básicamente se ha hecho, porque tanto Pedro como Pere, han pensado más en sus intereses personales del momento, que en solucionar los problemas que laten permanentemente, entre el independentismo catalán y ese profundo sentido de una España Constitucional que defendemos la inmensa mayoría de los españoles.

Las dos partes saben, que la única solución pasa por un Referéndum Constitucional con una mayoría predeterminada, para poder cambiar las reglas de juego.

Pero mientras de momento (y lo expreso así porque no me fio de ellos) el Pedro español y el Pere Aragonés que representa a todos los catalanes curiosamente, juegan “al gato y al ratón”.

Pero ni el gato enseña sus uñas, ni el ratón podrá comerse al gato, por mucha hambre que tenga.

Es un juego entre funambulistas, que se pasean sobre el fino hilo, esperando a ver quién se cae antes.

Habrá que esperar a las próximas elecciones, bien sean catalanas o bien las generales en España.

Entre tanto ellos actúan como “supervivientes en plena tormenta”, mucho más preocupados por su propia vida política, que por el naufragio del barco en el que navegan los dos, sin apercibirse de que si se rompe el barco van a ser muchos los que mueran irremediablemente.

Eso a ellos les preocupa bien poco.

Piensan sólo en su hoy y su futuro inmediato.

Por eso llevamos ya varios años sin tomar las medidas oportunas, para atajar de raíz y para muchos años, el mayor problema que ha venido viviendo España secularmente desde el siglo XVIII.

Son casi trescientos años de sobresaltos, con pequeños intervalos de paz a los que siempre se llega después de hacerles doblar el espinazo o quienes no tienen razón.

Por eso me parece muy adecuado para el caso el adagio español que dice:

La razón siempre acaba por imponerse.

Asía sea y espero, que una vez más todo se resuelva para bien, pero con dos personajes como Pedro y Pere lo veo complicado.

Hasta la semana que viene amigos.