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martes, 16 de abril de 2024 | Última actualización: 22:07

Marjalería Castelló: Ladrillos bajo las camas para elevar los muebles cuando llueve

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Patas metálicas para alzar los armarios, los cultivos y los árboles se mueren y las ovejas se envenenan por el agua estancada en La Molinera, Bovar y Senillar

Las inundaciones en la Molinera, Bovar y Senillar no son ninguna broma. Algunas familias guardan ladrillos debajo de las camas para poder elevarlas si el agua se mete dentro de casa. Los muebles y armarios, sobre patas metálicas. Los cultivos y árboles se mueren y las ovejas se envenenan. ¿Qué pasará si llegan las lluvias torrenciales a final del verano?

Marjalería Castelló

Los vecinos de las zonas Molinera, Bovar y Senillar de la Marjalería de Castelló (infografía de la zona) viven en una continua incertidumbre. Cada tormenta los pone en estado de alerta. Cada vez que llueve, desde hace cuatro años, los llena de miedo.

Marjalería Castelló Inundaciones

Tanto es así, que según mostraban los vecinos a Castellón Información, han alzado los muebles de la casa con patas postizas metálicas para que si el agua se mete dentro no cause mayores destrozos.

Marjalería Castelló Inundaciones
Ladrillos bajo la cama

Y han llegado al punto, como ha podido comprobar Castellón Información, de que muchos de ellos guardan ladrillos debajo de las camas. ¿Para qué? Para poderlos poner debajo de las patas de los lechos con el fin de poder dormir cuando hay riesgo de lluvia.

Algunos por miedo, ya no se quedan allí cuando comienzan a caer cuatro gotas.

Marjaleria Castello Inundaciones

Junto al camino de la Carrerasa del Bovar hay un pequeño motor, que parece procedente de la segunda guerra mundial y que trabaja sin parar, noche y día, desde hace 3 años, para ‘ayudar’ a mantener el nivel freático de estas parcelas, y llevar el agua hasta la acequia de la Obra. Es un motor portátil del Coto Arrocero y apenas tiene capacidad para desarrollar su cometido. Pero, hoy por hoy, es el único que da algo de alivio a toda esa zona de la Molinera y del Bovar.

Motor de la Molinera Castelló

Porque el motor más importante es el que se encuentra en un punto fijo, dentro de una caseta de obra sobre la acequia de La Molinera, que pertenece al ayuntamiento. Cuando se producen fuertes lluvias, debería activarse como el resto de los mecanismos de bombeo, pero las más de las veces, denuncian los afectados, son los vecinos llaman una y otra vez al ayuntamiento para que lo pongan en marcha… y unas veces se activa y otras no.

Desde la Concejalía de Transición Ecológica insisten en que hay unos protocolos que deben cumplirse. Pero, además, y para colmo de males, el depósito de gasoil que lo alimenta apenas puede mantenerlo en marcha durante un máximo de 6 horas. Después de ese tiempo hay que recargar el depósito. Y si no se mantiene como toca, pasa lo que pasa, que en las últimas lluvias se quedó sin gasoil a las tres horas sin que nadie fuera a recargarlo.

Es cierto que el ayuntamiento ha aprobado recientemente la construcción de un depósito de gasoil mucho más grande con un ‘silenciador’, para que el motor pueda permanecer activo mucho más tiempo y sin generar ruido nocturno a los vecinos.

Pero esta solución, señalaban desde el Coto, llega ya con ocho años de retraso que es cuando se alertó del problema.

Los vecinos de La Molinera, Bovar y Senillar mostraron a este periódico el estado en que se encuentran las tierras que rodean sus viviendas.

Hasta hace pocos años las cultivaban religiosamente. Algunos tenían árboles frutales. Uno de ellos contrataba una desbrozadora para limpiar los terrenos después de cada cosecha. Mantenían la zona limpia.

Además, entre esos terrenos también había zona de pasto para los ganados de ovejas. Los pastores llevaban allí sus rebaños y los animales también contribuían a darle vida a la zona. Una vida natural, en el campo, donde todo sería perfecto si las cosas funcionaran como debe.

Pero ya no es así.

¿Qué ha cambiado?

Plantación Arroz Castelló
(fotografía del libro L’arrós a Castelló. Ribes Pla. Foto Wamba

Hace ya más de 4 años la construcción de varias viviendas ilegales hundieron y aplastaron el Colector Central del Coto Arrocero. Esta infraestructura recogía los sobrantes de agua de unos terrenos que antaño se utilizaron para el cultivo del arroz, que se desecaron en la década de los 70 del pasado siglo.

Desde entonces las cosas han ido de mal en peor. Con la rotura del colector esos sobrantes de agua ya no salen al mar, inundan los terrenos y han convertido las parcelas en zonas anegadas donde las aguas se estancan, se pudren y generan la proliferación de mosquitos.

La concejalía de Transición Ecológica dice que no puede activar los bombeos porque no cumplen el protocolo. El agua se acumula estancada. El terreno se vuelve insálubre.

El Coto Arrocero remitió un escrito al Ayuntamiento de Castelló en 2017.

Marjaleria Castello Inundaciones

El tema era importante también, porque si no se desecan los terrenos, el nivel freático de la zona sube, el terreno se hunde. Todo ello dará como resultado la inundación de toda la zona. Así se puede comprobar también con uno de los registros que estaba enterrado en el suelo y cuya boca ahora sobresale ya más de 15 centímetros de la superficie.

Marjalería Castelló Inundaciones
Pozo de Registro Molinera

Hace 3 años los vecinos denunciaron la situación al Ayuntamiento con un escrito avalado por 300 firmas. No se hizo nada.

El pasado mes de junio volvieron a presentar otra denuncia dirigida a la alcaldesa además de otros concejales. Iba firmada por 1.600 personas. Estaba pasada por registro, con sello oficial. En el pleno del Ayuntamiento, la portavoz del PP, Begoña Carrasco le recordó el problema a la alcaldesa. Marco dijo desconocer aquel escrito. Dijo que nadie se lo había hecho llegar y requirió el documento para poderlo ver.

Firmas Marjalería Carrasco y Marco Pleno Castellón 280422

¿Cómo es posible que, si enviamos un escrito a la alcaldesa, pasado por registro, no le llegue a la principal autoridad municipal?”, se preguntaban los vecinos.

Y así siguen pasando los meses y ya los vecinos empiezan a no fiarse de nadie mientras comprueban como el terreno se deteriora más y más.

La desesperación de los vecinos

Marjalería Castelló Inundaciones

Mi padre plantó esta olivera hace 50 años. Estaba preciosa. Pero desde que la zona se inunda ya no sabemos que hacer porque el árbol se está muriendo poco a poco”.

Esos mismos vecinos optaron hace años por contribuir a la sostenibilidad de la zona con la instalación del riego por goteo en la finca. “¡Dinero tirado a la basura!, ahora el nivel freático está a nivel del suelo”.

Se les han muerto también los abetos que guardaban la parcela. Solo queda una especie de ‘rastrojo’, seco y podrido porque no han podido arrancarlo.

En su lugar han plantado setos con flores… flores silvestres que le dan un toque de color.

Los árboles frutales de la parcela de enfrente se han muerto. Y con el estancamiento de las aguas no se puede limpiar el cambio, no se puede cultivar y el pastoreo también ha sufrido las consecuencias. Cuando las ovejas beben esa agua se envenenan.

Castellón Información visitó la zona el pasado 2 de agosto y pudo comprobar la veracidad de todo cuanto dicen los vecinos.

Donde antes había cultivos, ahora hay matojos, hierbas, abandono. Hay zonas peligrosas, porque el visitante no se puede adentrar en ellas porque no llega a ver el suelo y no sabe si se va a hundir en él. Otras, están ‘secas’ pero mal olientes porque el intenso calor ha evaporado el agua, pero el suelo está contaminado.

Junto a la vivienda hay una especie de ‘reguero’ donde se puede apreciar en qué punto está el nivel freático.

Y ahora es agosto pero la predicción de una gota fría también les asusta: “Queremos soluciones, las necesitamos. Si a finales de verano llueve lo que dicen que va a llover ¿Qué va a ser de nosotros?”