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jueves, 25 de abril de 2024 | Última actualización: 23:10

Los vecinos de la Marjalería, atemorizados ante la posible llegada de una gota fría al final del verano

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Se multiplican las preguntas en el Coto Arrocero sobre quien vigila las acequias y los motores y qué medidas deberían tomar ahora como precaución

Los vecinos de la Marjalería de Castelló están atemorizados ante la previsión, más que compartida, de que el intenso calor de los dos últimos meses va a traer consigo una fuerte 'gota fría' al final del verano.

No se lo inventan, es también una de las preocupaciones que circulan entre muchos de los concejales de Castelló, y que alguno de ellos ha reconocido ante los vecinos de la Marjalería y los comuneros del Coto.

Y es, por otra parte, un debate abierto entre los científicos que estudian la ciencia de la meteorología. ¿Es suficiente con que el calor del mar haya aumentado tanto? O, como dicen otros ¿Haría falta que a la evaporación del mar por el calor se sumara un frente frío?

Sea como fuere, las demandas de los marjaleros están en conocer hasta qué punto está preparada la ciudad para hacer frente a una Dana (Depresión en Altos Niveles de la Atmósfera) que pudiera dejar varios cientos de litros por sobre las zonas más bajas del término municipal.

Los vecinos de esta zona, muchos de ellos agricultores, señalaban que otras veces, antes del otoño se limpiaban a fondo acequias y barrancos para permitir que el agua, si se daba el caso de fuertes lluvias, fluyera con facilidad para salir al mar.

Desde el Coto Arrocero señalaban a Castellón Información, que ‘sus’ acequias’ están limpias en este sentido. Es posible que no estén perfectas, pero se realizan labores de mantenimiento adecuadas.

No sería así, según las mismas fuentes, en las acequias municipales. Y manifestaban: “Antes el ayuntamiento fomentaba contratos temporales para limpiarlas. Ahora también lo hace, pero, desde la concejalía de Transición Ecológica no se quieren utilizar una serie de productos que tienen permiso, pero que ellos dicen que no resultan tan ambientales como sería deseable. Es su decisión, pero la diferencia, es que, sin estos productos si antes dos personas podían limpiar un cauce, ahora se necesitan 10 operarios y mucho más tiempo”.

Por otra parte, señalaban desde el Coto Arrocero, "los tornillos de Arquímedes no son la solución universal" para todos los problemas de inundación.

Como seguramente habrá podido comprobar el lector, muchas de las acequias principales que vierten al mar de Castelló cuentan con un sistema, denominado oficialmente ‘Tornillo de Arquímedes’, cuya forma y función es precisamente esa: es como un tornillo de gran tamaño que al girar recoge y eleva el agua para facilitar su salida al mar.

Tal como comentaban desde el Coto, existe un error de planteamiento en cuanto a la funcionalidad de los tornillos. Realmente se diseñaron para hacer frente a otro problema que sufría el litoral de Castelló, y es que las grandes lluvias torrenciales suelen coincidir con el viento de Este y, por tanto, con los temporales de Levante.

En esas condiciones, antiguamente se instalaban compuertas en la salida de las acequias. Su función no era parar la salida de las aguas de dentro al mar, sino la de evitar que el mar, levantado hasta la orilla, se metiera dentro de esos terrenos.

Los tornillos ayudan a elevar el agua y verterla en el mar, pero cuando las acequias y su posición es el correcto. Si las acequias, por un nulo mantenimiento no dejan correr el agua, la tierra se inunda y ni los tornillos podrán sacarla de ahí.

Marjalería Castelló Inundaciones
Pozo de Registro Molinera

Otro tema a discusión es, si con los problemas de inundación de las partes más bajas de la Marjalería no se estará modificando la base de las parcelas. El terreno es como una esponja. La rotura del Colector Central y las inundaciones que no se desecan originan una especie de compresión de la zona que ahora es mucho más baja que antes. El nivel freático es mayor, las acequias pierden pendiente, y los tornillos incluso podrían quedarse ‘descolgados’ en ese proceso.

Los vecinos de Molinera, Bovar y Senillar afirman que el suelo es ahora al menos 15 centímetros más bajo de lo que era antes. Una señal que confirmaría estas afirmaciones.

Castellón información preguntó al concejal que tiene la competencia de las aguas y los bombeos qué tipo de prevención se está realizando ante esa temida ‘gota fría’. Pero como ya informó también este diario digital, el concejal se negó a responder a estas preguntas.