Javier Giménez Divieso. Directivo freelance experto en liderazgo, equipos y RR.HH
Uno de mis hobbies son las artes marciales, concretamente el Taekwondo que practico desde hace aproximadamente 12 años. Y quiero hablaros de esta práctica deportiva también porque considero infunde muchos valores como la mayoría de los deportes imprescindibles para la vida (y para la empresa).
En el tatami (Dojang) nos enseñan a:
1️⃣ Saludar al entrar y salir del Dojang.
El respeto empieza desde el primer momento, reconociendo el espacio compartido y a quienes practicamos juntos.
2️⃣ Mantener limpio el Dojang.
Cuidamos lo que es de todos. Sentido de pertenencia y responsabilidad colectiva.
3️⃣ Escuchar sin interrumpir.
Lo que tanto se dice por activa y pasiva de la importancia de la escucha activa, la humildad y la disciplina. Claves todas ellas para el aprendizaje.
4️⃣ Sentarse correctamente.
Estar presentes y mantener actitud, trasladables a las reuniones. Porque el cómo importa tanto como el qué.
5️⃣ Respetar a los compañeros.
Porque sin respeto no hay equipo y sin equipo, no hay nada (incluídos resultados económicos).
6️⃣ Quitarse los accesorios antes de la práctica.
Con ello dejamos fuera el ego, los adornos y las distracciones. Entramos con autenticidad. Y ¿cómo se puede ser un líder sin ser auténtico y con ego?
7️⃣ No salir sin pedir permiso del Dojang.
Esto significa disciplina y estructura. Saber que hay normas que nos sostienen y que conviene respetar. ¿Qué importante es en la empresa, también la ética, verdad?
8️⃣ Mantener silencio durante las explicaciones.
Atención plena, dar valor a quien nos enseña y comparte su sabiduría. Nuevamente escucha activa.
9️⃣ Ayudar a los de menor grado. El mejor mentoring existente y además de forma natural. Porque el progreso del otro también es el tuyo.
¿No es esto, acaso, lo que desearíamos para cualquier organización?
Respeto, responsabilidad, humildad, estructura, cooperación, escucha, autenticidad,..., valores indispensables en cualquier empresa.
Practicar artes marciales no es solo aprender técnicas. Es entrenar el carácter. Y como consultor, interim manager y formador, veo una y otra vez cómo los valores son el alma de las culturas empresariales que de verdad funcionan.
Por eso, tanto en el Dojang como en la empresa, los valores no son una declaración sin más: son una práctica diaria.
¿Y tú? ¿Qué valores practicas cada día con tu equipo? ¿Buscas una persona con VALORES?