Alcaldesa de Vall d’Alba, diputada provincial y presidenta del PP de Castellón
Por encima de las siglas, los colores y las ideologías deben estar, siempre, las personas. Uno (y me niego a utilizar el lenguaje inclusivo que se ha inventado por Irene Montero para respetar las normas de la RAE), antes que político, es padre, es hijo, es hermano, es amigo… Por eso no puedo entender de ninguna manera cómo la diputada socialista Xaro Miralles, a su vez alcaldesa de Benicarló, se atreva a calificar la gestión sanitaria de Ximo Puig y PSOE de “impecable”. ¿Cómo es capaz de no admitir que la nefasta gestión de Ximo Puig y PSOE al frente de la sanidad pública valenciana pone cada día en riesgo la vida de muchos miles de castellonenses? ¿Es que no le importa la salud de sus vecinos?
Lo que la señora Miralles califica de “gestión impecable” se traduce, y es solo un ejemplo, en dos años de retraso para hacer una colonoscopia en el Hospital Provincial de Castellón; se traduce en numerosos centros de salud cerrados a lo largo y ancho de la geografía provincial, se traduce en la despedida de 3.000 profesionales de la sanidad en toda la Comunidad Valenciana, se traduce en interminables listas de espera, se traduce en la dramática reducción de la asistencia médica durante todo el verano en la mayoría de los pequeños pueblos de nuestra provincia…
La gestión de Ximo Puig y PSOE, que solo puede ser calificada de “nefasta”, es indefendible bajo ningún concepto y en ninguna situación. Porque Ximo Puig es el principal responsable de que los castellonenses, hoy, se sientan más desprotegidos. Y hartos, muy hartos, de ver como los que venían a salvar a las personas desmantelan un excelente sistema de sanidad pública que ha costado muchas décadas construir.
No se puede defender lo indefendible. Seamos personas.
