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viernes, 29 de marzo de 2024 | Última actualización: 13:01

Boletín de Información Municipal de Burriana

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Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y jubilado

Después de leer superficialmente  el correspondiente al mes de marzo, elaborado por nuestro Ayuntamiento, me fijé en los datos de nacimientos, matrimonios y defunciones, por pura curiosidad y porque es algo en lo que no había reparado desde hace bastantes meses.

En mi recuerdo de los que había mirado y analizado hace ya un tiempo, recuerdo que en lo correspondiente a nacimientos me encontraba generalmente un porcentaje relativamente alto de nombres y apellidos tanto de origen magrebí como rumano y eso se repetía sistemáticamente en cada boletín.

Para mi sorpresa, en este boletín tan solo aparece y repetido un apellido que me suena a rumano (Badea) con dos nombres Jorge y Ayam que me hace pensar en hermanos gemelos hijos de padre rumano y quizás madre española, ya que el nombre del primero en rumano sería Georgian, por referencias de una familia muy querida por la nuestra.

Entre los matrimonios, no aparece ni un solo ni apellido que no sea típicamente español y muy valencianos en su mayoría, como Panís, Bodí, Pitarch, Safónt, Usó y Saborit entre otros más habituales en toda España.

Es decir que los matrimonios más habituales son entre valencianos o españoles de origen, ya que ni siquiera aparecen apellidos más frecuentes en países hispano americanos, que suelen ser detectables con relativa facilidad.

Pero lo que realmente me llenó de satisfacción fue el poder comprobar  la longevidad de quienes viven en este pequeño “Paraíso Terrenal” que es nuestra Burriana, ya que los 21 fallecidos  desde el último BIM hasta el actual, la tercera parte (exactamente 9 de ellos) había superado los 90 años.

Había media docena con más de ochenta años y tan sólo seis de ellos, entre los  56 el más joven y los 79 el más longevo sin llegar a los ochenta.

Una edad media de 84,6 años de vida, que nos coloca entre las zonas con mayores expectativas de vida del mundo, junto a los japoneses.

A muchos de mis lectores habituales, quizás les sorprenda este análisis tan curioso como inesperado, pero como no he encontrado razones deportivas alegres que comentar esta semana, prefiero abordar un tema que me parece muy positivo para todos los que tenemos la suerte de vivir en esta zona tan privilegiada de España en todos los sentidos.