La normativa exige separarlos del resto de residuos para evitar su contaminación
La red de ecoparques del Consorcio Castelló Nord (C1) ha recibido desde su puesta en marcha más de dos millones de kilogramos de residuos peligrosos procedentes de la ciudadanía desde su inicio en 2012. Se trata de residuos de origen doméstico como pequeños termómetros antiguos de mercurio, pilas, botes de pintura y otros tipos de residuos peligrosos que hay que separar del resto para evitar su contaminación y así permitir su tratamiento, reutilización o reciclaje.
Solo en 2024, los ecoparques de la red del consorcio gestionaron un total de 208.520 kilogramos de residuos peligrosos, lo que supone el segundo mejor dato de toda la serie histórica, únicamente superado por el registrado en 2019. La media se sitúa en 1,81 kilogramos por habitante al año, una cifra que contribuye a cumplir los objetivos de sostenibilidad marcados por la normativa europea, estatal y autonómica.
La legislación vigente, concretamente la Ley 7/2022 de 8 de abril de residuos y suelos contaminados para una economía circular, establece la obligación de separar los residuos peligrosos de carácter doméstico antes del 31 de diciembre de 2024. En el caso del consorcio de residuos C1 tienen este servicio en sus ecoparques desde el año 2012, dando cumplimiento por tanto a esta obligación legal.
La presidenta de la entidad supramunicipal, María Agut, ha valorado el compromiso ciudadano expresando que “su importante contribución para que tengamos un medio ambiente más saludable, en este caso, a través de esta importantísima recogida separada en origen de los residuos peligrosos de origen doméstico que realizamos juntos, a través de los ecoparques de nuestras comarcas”.