Lluís Gandia. Presidente de la Comisión de Juventud del Partido Popular de la provincia de Castellón y portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Vinaròs.
El PSPV-PSOE anda estos días enfrascado en un proceso de primarías para elegir al candidato que Alberto Fabra derrotará en las elecciones autonómicas del mes de mayo de 2015. Todo apunta a que el ganador será Ximo Puig, un señor que recorre la Comunitat reclamando que tras casi veinte años de gobiernos del Partido Popular es urgente la llegada de nuevos aires al frente del gobierno autonómico pero que al mismo tiempo esconde que él lleva desde el año 1983 sin bajarse del coche oficial. Más de 30 años saltando de cargo en cargo y sin intención de abandonar por lo que vemos.
Habrá que recordar a quienes escuchan al Sr. Puig que el ahora candidato a candidato entró en les Corts Valencianes como diputado cuando el que escribe esta columna todavía estaba en la guardería y ahí sigue treinta años después, intentando convencer con el único argumento de la necesidad de regeneración a unos jóvenes valencianos que observan perplejos el discurso del viejo socialista.
La única esperanza del morellano para llegar a la presidencia de la Generalitat es formar un tripartito o cuatripartito o el “tito” que sea. No importará el programa ni los valencianos. Importará obtener un poder al precio que sea que los socialistas andan deseando desde hace muchos años.
Afortunadamente las generaciones más jóvenes de valencianos, al igual que el resto de la sociedad, no se dejará engañar y seguirán confiando en el Partido Popular porque, a pesar de los esfuerzos que ha tenido que realizar en los últimos años, los resultados empiezan a ser tangibles y el esfuerzo se demuestra que ha valido la pena.
