Luis Andrés Cisneros. Coordinado Medios de Comunicación Vox Castellón.
Joseph Nicéphore Niépce (1765-1833) fue el inventor de la fotografía, aunque el que desarrolló el invento con gran éxito fue otro francés, Daguerre.
Pero volvamos con Monsieur Niépce, de él fue la primera imagen fija que se tiene referencia ‘Punto de vista sobre la ventana de Gras’, datada en el año 1826.
Bueno, pues ya va siendo hora de que los políticos, sobre todo los españoles, empiecen a pensar en rendirle un sentido y merecido homenaje a este científico, químico y litógrafo galo, ya que, sin su aportación a la ciencia mundial, se aburrirían soberanamente y su ‘trabajo’ diario se vería sensiblemente disminuido al no tener que hacerse fotografías continuamente.
Se habrá dado cuenta, querido lector, que no hay político que no se precie de serlo, que no bombardee a los medios de comunicación con fotografías suyas apareciendo en cualquier acto, por muy intrascendente que sea. Es igual que se trate de la inauguración de un urinario público o el anuncio de que tiene previsto, sin fecha, iniciar la construcción de algo.
Lo importante es que salga la fotografía y, sobre todo que se aprecie bien quién es el político que sale en ella. No se pierden una, para cualquier cosa, por nimia que sea, sacan varias instantáneas para que su departamento de prensa, o más bien “publicidad”, inunde las redacciones con informaciones partidistas de los distintos hechos.
Tomemos como ejemplo la noticia sobre la celebración del llamado ‘One billion rising’, (sorprende que el nombre no haya sido traducido al valenciano, si hubiera estado escrito en español, sí se hubiera traducido) que tuvo lugar en el Paseo Ribalta. Muy loable objetivo y, cómo no, aparece la fotografía de la señora Brancal, en primera línea. Por lo tanto cabe preguntarse: ¿Lo importante es que salga ella retratada, o saber qué se consigue con ese acto?
¿No será mucho más importante que presenten propuestas reales encaminadas a que la violencia, venga de donde venga, termine? ¿Cómo es posible que con tantas acciones 'propagandísticas' como se están haciendo, la violencia en nuestro país va en aumento?
Está claro, lo único que importa es ‘salir en la foto’. Los políticos actuales, sin el invento de Monsieur Niépce, estarían perdidos. No quiero ni imaginarme lo desesperados que estarían los cargos públicos, por ejemplo, en el siglo XVIII cuando eran pintores los que tenían el encargo de inmortalizar las acciones de los políticos. ¿Se imaginan a nuestros ediles posando, pacientemente, durante días para que pudieran dar fe de sus actos?
Al final te queda la duda de si lo que pretenden es gestionar las instituciones o darse un baño de autobombo. En fin, todo esto es posible gracias al señor Niépce. ¿Para cuándo un homenaje a el inventor que ha hecho posible que los políticos están más pendientes de las poses que de la eficacia de sus decisiones?
Esperemos que se haga justicia con el inventor de la fotografía.
