Susana Ros. Diputada socialista por Castellón en el Congreso.
Las altas temperaturas veraniegas salpican al PP y al Presidente Rajoy. Bárcenas ha soltado de la manta. Sobresueldos, financiación ilegal, cuentas en paraísos fiscales….La gran Burbuja del PP ha estallado. Rajoy no puede seguir.
Toda la cúpula dirigente del PP llama ahora “Delincuente” a Bárcenas, cuando hasta hace nada le elogiaban en sus comunicados públicos. Saben muy bien los delitos que ha cometido Bárcenas. Cómo no lo van a saber si los cometía en la sede nacional del PP, para financiar ilegalmente a este partido, durante 20 años. Y porque los han cometido con el pleno conocimiento y la connivencia de los máximos dirigentes del PP, con Rajoy a la cabeza, como demuestran los SMS publicados el domingo, cuya autenticidad no solo no ha sido negada por nadie del PP, sino que ha sido avalado incluso desde la Moncloa.
España no puede tener un Presidente del Gobierno en connivencia con un Delincuente. El daño que eso hace a España, dentro y fuera de nuestras fronteras y en los mercados internacionales hace absolutamente necesaria la inmediata dimisión del Presidente Rajoy y su sustitución.
Un Presidente del Gobierno que ha mentido así a los ciudadanos en un tema tan grave ni puede seguir siendo Presidente de España ni puede seguir representando a nuestro país. ¿Quién va a creer a Rajoy, a partir de ahora, en cualquier reunión internacional?
La arrogancia de los dirigentes del PP resulta ya insufrible para la ciudadanía. Encima de la gravedad de los hechos y encima de las mentiras frases como la de Carlos Floriano, portavoz del PP, “lo que diga Bárcenas nos preocupa cero” demuestra la chulería y prepotencia que representan. Y causa verdadero asombro que, en lugar de dar por fin las explicaciones que deben a los ciudadanos, este señor salga en la sede del PP a arremeter contra el PSOE.
Un país en plena crisis y un partido político de gobierno que niega todo (financiación irregular, sobresueldos…) pero que los hechos, las declaraciones ante el juez y las pruebas documentales y periciales aportadas al proceso van acreditando, una tras otra, la veracidad no merecen representarnos. Rajoy vete ya, dimite ya.
