Federico Arnau. Comerciante jubilado.
La Real Academia de la Lengua Valenciana fue fundada por la Diputación de Valencia en 1915, con miembros del mundo cultural valenciano, para fomentar y corregir la escritura de nuestra lengua.
En 1932, para adaptar y unificar las diferentes formas ortográficas, se reunieron en Castellón, gentes del mundo cultura y entidades, firmando lo que se conocen como ‘Les Normes del 32 ‘.
Desde ese momento que se aceptaron esas correcciones, que fundamentalmente fueron adaptar nuestra lengua valenciana a la catalana, y por eso algunos firmantes de Lo Rat Penat dimitieron tiempo después, puesto que la mayoría de los firmantes de esas normas eran aunque nacidos en el Regne, catalanistas a lo que traicionaron a la identidad valenciana en las variantes de sus comarcas y pueblos.
Los invasores y traidores del Regne de València firmantes algunos de ellos son los siguientes.
Cayetano Huguet Segarra, de ERV, fundo la sociedad PROA, con el objeto de promocionar la cultura catalana.
Angelino Castañer, Adolf Pizcueta i Alfonso y Angelino Castañer Fons miembros de la sociedad PROA, algunos incluso durante un tiempo la presidieron.
Francesc Almela y Vives, nacido en Vinaròs, Presidente de la ‘Nostra parla’, constituida por tres facciones radicales catalanas, así como Pascual Asins, miembro de la misma organización.
Salvador Carres Zacarés, miembro de la Real Academia de ‘Buenas letras de Barcelona’.
Luis Fullana Mira, nacido en Alicante, en 1906 asistió al primer congreso internacional de la lengua catalana donde defendía la unidad de la lengua catalana y valenciana, y que en su ponencia el lingüista alemán Benhard Shandel, le recrimino, considerando que su trabajo aportaba poco al estudio de la lengua.
Eduardo Martínez Ferrando, del partido Unió Valenciana Regional, destacado polemista partidario de la unidad de la lengua catalana y de los países de habla catalana.
Carles Salvador i Gimeno, promotor de la divulgación de la gramatica de Pompeu Fabra, asi como Lluis Revest y Corzo, que propuso las tesis de Pompeu y adaptar el valenciano a la lengua catalana.
Josep Sanchis Sivera, miembro del Instituto de estudios catalanes.
Pero no todos fueron y quisieron traicionar el valenciano como los relacionados anteriormente, también estaban los que razonablemente respetaban las identidades de los pueblos, aunque los menos, absorbidos por los invasores catalanistas.
Manuel Sanchis Guarner, defendió que el valenciano es una modalidad dialectal de una lengua común, compartida con distintas variantes en Cataluña y Baleares, pero nunca subordinada e inferior a ellas.
Todo este robo de identidad, manejado a los intereses catalanistas, y ante la pasividad de los ciudadanos, que en esos momentos poca cultura había a nivel de población, nadie abolió esas normas represivas para nuestro Reino.
La Academia de la Lengua Valenciana, fue creada en 1998, por el entonces Presidente de la Comunidad, Eduardo Zaplana, basada en las normas invasoras del 32, haciendo caso omiso a la verdadera Real Academia de la lengua Valenciana, con lo cual flaco favor hizo a esta Comunidad , a sus comarcas y sus pueblos, siendo totalmente sumiso a las imposiciones catalanistas, comenzando en las Universidades de la Comunidad.
Después de 85 años, tras varios años introduciéndonos la invasión catalana, hemos llegado al punto de estar sometidos a una dictadura lingüística por parte de partidos políticos nacionalistas y radicales, así como colectivos presuntamente financiados por Omnium Cultural y la Generalitat Catalana, para seguir invadiendo un territorio y eliminar una lengua que no le corresponden, por ser propias del Regne de València.
Las costumbres y tradiciones de nuestras comarcas y nuestros pueblos así como la forma de hablar y dirigirnos nos son propiedad de nadie, solo de los ciudadanos que en ella residen y que han respetado desde tiempos ancestrales.
La dictadura de estos partidos y entidades, que obligan a estudiar el valenciano catalán, no como una asignatura como cualquier idioma, puesto que tanto la lengua y su escritura debe de prevalecer para que no desaparezca, si no en líneas impuestas con premios regalados, así como gastarse infinidad de dinero público en la inmersión de la lengua, en vez de usarlo para que se eduquen en aulas decentes y no en barracones, como discriminar a gente con titulación superior e idiomas en favor de gente con menos nivel , simplemente por obtener el título de valenciano, o impedir el acceso al trabajo público en oposiciones por no saber valenciano, cuando los textos con el corrector se pueden traducir al idioma que corresponda.
Sin embargo el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castellón, coloca unas indicaciones tipo ‘volaoret’, para indicar la dirección de las entidades, y el tiempo a que se encuentran, en valenciano, y omite el castellano, cuando es la gente forastera, quien le viene bien esas indicaciones, y sobre todo haciendo caso omiso a las normas del propio Ayuntamiento, que se realizaron, bajo el mandato de Daniel Gozalbo, que todo aquello que saliese del Ayuntamiento debería de esta en las dos lenguas cooficiales.
¿Cuándo los valencianos seremos capaces de decir basta ya de invasión catalana a través de estos partidos y asociaciones culturales?
Ahora se nos quiere imponer la señal de TV3 y las islas Baleares, cuando esas lenguas no son como el valenciano, similares, parecidas, pero con sus variantes.
Yo no solo quiero esas, quiero todas las TV de las diferentes comunidades, personalmente la televisión de Euskadi la veo a través de internet en la Tablet y tiene debates interesantes, no tan adoctrinadores como TV3 y además inmensos programas en castellano y alguno en vasco.
Com diu el nostre himne: ‘Valencians alçar-vos contra esta invasió’.