Rafa Cerdá Torres. Abogado.
Tiempos jodidos los que corren. Disculpen el término malsonante, pero mi estado de ánimo no se encuentra para demasiadas florituras. La razón es muy sencilla: un buen hombre nos ha dejado a resultas de una grave enfermeda: Pascual Montoliu, con quien compartí fabulosos ratos en aquellas inolvidables tertulias radiofónicas de EsRadio, emitidas todos los lunes por la tarde al mando del formidable Ximo Tirado.
Ayer un simple SMS quebró un apacible domingo de junio. Pascual decía “hasta luego” a su familia, y emprendía el único viaje que no admite compañía, pero que algún día todos debemos afrontar. Estoy convencido que habrá llegado sano y salvo a ese Cielo al cual tanto rezó.
Sería muy fácil acudir al fácil y seguro recurso de la alabanza personal. Lo dejo para otro rato, prefiero en este triste día acordarme de cómo y cuanto disfruté compartiendo aquel espacio radiofónico durante casi dos años: la tertulia compuesta por Jorge Fuentes, Pedro Tejedo, Toni Pitarch y el bueno de Pascual (amén de un servidor) acabó convirtiéndose, en una reunión de amigos, que con total libertad y un enorme respeto, hablaban de lo divino y de lo humano. A nivel personal tengo una deuda impagable con Pedro Tejedo por invitarme un día a participar en la tertulia, y sobre todo a Ximo Tirado por ofrecer la oportunidad de seguir acudiendo cada lunes.
Cada tertulia suponía un verdadero aprendizaje, al tiempo que una verdadera gozada disfrutar de primera mano al formidable Embajador de España Don Jorge Fuentes y el regalo de su experiencia y el caudal de su cultura (espero que el nuevo Ayuntamiento de Burriana tome la iniciativa de declarar Hijo Predilecto a una personalidad de la relevancia del señor Fuentes), junto a la altura de claridad expositiva y la coherencia ofrecida por Pedro Tejedo y Toni Pitarch. Por su parte, Pascual aportaba a los debates una encendida pasión, su personalísima convicción y un acusado sentido de la ética.
Sus contertulios y amigos de los lunes, nos sentimos hoy un poco más solos. No es difícil imaginar la tristeza de Ximo Tirado, director de este medio y quien pierde, además de un colaborador, a un buen amigo. Descansa en paz Pascual.
