Miguel Prim Tomás. Ex Parlamentario Nacional.
No puedo, ni quiero pasar por alto, lo que yo califico como suceso más que anecdótico, ‘patético’, que propició en este mes que finaliza el partido Podemos al proponer en el Parlamento Nacional que se eliminara la emisión dominical, en la segunda cadena de TVE, la Santa Misa, dentro del espacio ‘El Día del Señor’.
Tenía previsto comentar la crisis citrícola, cosa que proponía en mi última opinión, pero seguramente para Podemos es más importante meterse de forma maniática con la Iglesia cuando es prioritario lo que sacan nuestros citricultores y las estructuras agrarias que soportan dichos frutales.
Pero, por visto, la manía persecutoria que tiene esa izquierda radical contra la Religión Católica pasa por hacer méritos para que el descenso de votos en los próximos comicios sea evidente.
Porque en los tiempos que corremos, estamos la mayoría de los españoles hartos de oír hablar sobre estas cosas que nos asquean a los creyentes, incluso a los no creyentes. Por cierto, si el 68% de los españoles se declaran católicos, ¿porque tener esas ‘brillantes’ ideas?
En nuestros 40 años de democracia, gobiernos de izquierdas como de derechas, han mantenido la costumbre de televisar las misas dominicales, siendo seguidas por más de 300.000 personas, muchas de ellas incapacitadas.
Conocida la propuesta Podemos de su supresión, en la Misa de la segunda cadena en el domingo siguiente, como repulsa, superó el millón de espectadores, pasando del 7% al 21% de cuota de pantalla. ¿Qué significa ese dato? Pues para mí y muchos de los que me leen, un bofetón para la ‘gran idea’ de Podemos.
Pero, es que además, y a la vista de la inmigración en España, TVE dedica espacios para otras religiones, como la Hebrea, Evangélica e Islámica. Y he leído, y es cierto, que el Estado es aconfesional, pero la sociedad no. Y según me he enterado, RTVE gastó en el 2011 en espacios religiosos de sus canales casi 4 millones euros, de los cuales, 1,6 millones fueron para ‘El Día del Señor’. El resto para las otras religiones anteriormente mencionadas.
A la vista de todo ello, no me negarán que el mes de Marzo ha sido un mes de fiestas en algunas provincias valencianas, pero de vergüenza para Podemos, que una vez más nos demuestra la insensatez de su trayectoria, como diversos comportamientos que vamos conociendo dentro y fuera del Parlamento.
Después de lo expuesto, solo me queda decir: Que cada uno saquemos nuestras propias conclusiones.
