Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Soy de los que piensan, que nunca se debe de emprender nada, sin fijar previamente a donde se quiere llegar, y por que medios esperamos hacerlo.
Una vez determinados esos parámetros, hay que tener presentes los obstáculos que nos van a surgir en el camino, y el modo de ir salvándolos, sin variar el rumbo y siempre con el ojos puesto en el destino final.
Empiezo esta reflexión , para pasar a decir que nada de lo que a mi me parece irrenunciable, lo ha respetado el Gobierno, desde su llegada al poder.
Me explico.
Durante el primer año, repitió mil veces por activa y por pasiva que era fundamental una austeridad total en los gastos públicos, a fin de reducir la deuda que nos asfixiaba y nos hacía imposible obtener una financiación internacional a un precio razonable.
Y a fin de acelerar ese proceso de aligerar nuestro endeudamiento tuvimos que sufrir hasta treinta aumentos de los impuestos directos e indirectos, así como congelaciones de salarios o incluso renuncias a pagas extraordinarias, de mejor o peor grado.
Se nos impuso, y después de todos esos sacrificios por parte de los españoles, pasamos de un porcentaje de déficit que se acercaba al 9 % en 2011 a algo menos del 7 % en 2012, reduciendo en un 2 % que es una porcentaje muy importante.
Pero curiosamente, todo ese sacrificio ha sido con cargo a la ciudadanía ya que no hemos visto adelgazar a las estructuras del Estado de una forma importante.
Yo pensaba que en el segundo ejercicio, le correspondería la reducción del déficit al esfuerzo en prescindir de todos aquellos gastos estructurales innecesarios, de un Estado formado por otros diecisiete, que tendrían la obligación perentoria de ajustarse a mínimos, en sus administraciones públicas, como lo debía de hacer la Administración del Gobierno Central.
Y de una manera increíble, cuando los sacrificios les corresponde hacerlos a nuestra casta política y sindical, nos llegan desde el mismo Gobierno dos mensajes contradictorios:
El Ministro de Hacienda Sr. Montoro, cada día menos creíble y más manipulador, se dirige a los representantes de las finanzas de las autonomías, diciéndoles literalmente que “No se deben agobiar por el déficit público”.
Lo leía y no podía creerlo.
No es posible estar tantos meses utilizando un argumento en un sentido, y de la noche a la mañana cambiarlo radicalmente, por complacer a aquellos que ni hicieron todo lo posible para ajustar sus cuentas en 2012, ni pensaban hacerlo en 2013, castigando a quienes si lo hicieron.
Al día siguiente, ante el clamor popular indicando que si no se ajustaban esos gastos, no habría mas remedio que aumentar otra vez sensiblemente los impuestos, sale el Ministro de Economía Sr. De Guindos, para recalcar que en 2013 no habrá subidas de impuestos.
Yo me quedo a cuadros, esperando que me expliquen como van a cuadrar las cuentas sin lo uno, ni lo otro.
Por supuesto, el nuevo D. Tancredo (Rajoy), ni dice nada ni se espera que lo haga.
En prensa extranjera, me comentaba un amigo que el pánico de nuestro Gobierno ante la presión catalana para independizarse venía dado porque los 165.000 millones de euros de Deuda Publica y privada catalana, estaba en su mayor parte avalados por el Estado y en esas circunstancias no se les podía permitir ni declararse insolventes ni independizarse dejándonos la deuda para ser pagada por el resto de los españoles.
Y ese argumento que debería de jugar en contra de la Autonomía catalana, ellos lo tergiversan, endosándole el problema y su solución al Gobierno español, que no para de hacer piruetas, yendo hacia delante y hacia atrás, según le marcan tanto los Gobiernos autonómicos como la misma oposición, como explico a continuación.
El 75 % de los desahucios llevados a cabo en España, tuvieron lugar entre 2008 y 2011, bajo el Gobierno socialista, que incluso sacó una Ley de Desahucio Express siendo Ministro de la vivienda Carmen Chacon.
Ahora son los primeros en desfilar detrás de las pancartas para luchar contra los mismos durante el Gobierno del PP, sin pensar ni querer recordar que ellos fueron los responsables de aquellos desahucios, y de la Ley que los agravó.
En el tema de las Acciones y Participaciones Preferentes, también se ponen en primera línea de la “defensa de los débiles” queriendo ignorar que esas acciones las pusieron ellos en funcionamiento siendo Zapatero presidente, con el consentimiento de Sólves, Elena Salgado y Rubalcaba como miembros de su Gobierno, avalados por Miguel Ángel Fernández Ordóñez como Gobernador del Banco de España, pese a las explicaciones y reservas de Caruana, que conocía perfectamente cual iba a ser el final de esa salvajada, que pretendía un “pan para hoy” para financiar a la Cajas de Ahorros que ellos habían arruinado, pero un a “hambre para mañana” para todos aquellos que las compraran, sin saber lo que compraban, o sabiéndolo, pero atraídos por unos tipos de intereses impropios en las imposiciones a plazo fijo en aquella época.
O sea que quienes crearon el problema, ahora se manifiestan contra un Gobierno, que estando formado por unos pobres de espíritu que tratan de solucionarlo del mejor modo posible, encima se encuentran presionados por quienes lo crearon.
Y cualquier manifestación popular orquestada desde la izquierda, es motivo más que suficiente, para el Gobierno varíe el rumbo que llevaba, cambie la orientación de su camino y se deje manipular por una presión maquiavélicamente gestionada por unos politicastros de baja estopa y unos sindicalistas inmorales.
Así sólo se llega al fracaso Sr. Rajoy.
