Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Son poco más de las diez de la mañana, del miércoles 23 de Noviembre, y acabo de desayunarme con la muerte de Rita Barberá esta mañana a primera hora en el Hotel Villarreal de Madrid.
¡Descanse en Paz, ya que no le han permitido vivir en paz!
Quiero escribir esta columna antes de leer ni oír muchas opiniones ajenas, que pudieran influir en la mía.
Ha sufrido la persecución mas atroz e inmisericorde que he conocido en la política española y ha muerto inocente, ya que nadie le ha podido probar el mas insignificante de los delitos, y tan lejos como está misma semana, ella reconoció cuando se le interrogaba y juzgaba, que efectivamente había contribuido con 1000 euros, a los gastos de su campaña electoral a las municipales(eso es legal) como ya lo había repetido muchas veces, pero negó repetidamente que nadie le devolviera esos 1.000 euros en dos billetes de quinientos, y de eso es de lo que se le acusaba como un ‘delito imperdonable’, el de ‘blanquear dinero para el Partido Popular’.
Era tal su carisma y su peso específico dentro de su propio partido, que no pudo evitar que las envidias de sus propios compañeros, les llevaran a denunciar algo que nadie ha podido probar, ni desde dentro del partido, ni desde fuera y sin embargo ello no ha impedido que los medios de difusión de la izquierda y esos oponentes políticos a los que había barrido mil veces en todas las elecciones en las que se habían enfrentado, empezaran a diseñar una campaña mediática contra ella, para a la vez dinamitar a su partido.
Quiero que quede patente, que nunca estuve con ella ni la conocí personalmente, pero me sorprendió ver en Mercadona de Burriana, después de haber caído en desgracia, un día del verano de 2015, a muchas mujeres acercarse a saludarla y ofrecerle su apoyo.
Sin duda era un personaje muy popular y querido por su pueblo.
De otro modo no se entiende que los valencianos, la hubieran votado como alcaldesa durante seis legislaturas municipales ininterrumpidamente, habiendo ganado todas las elecciones a las que se presentó, casi todas con mayorías absolutas.
Ganó por amplio margen incluso las últimas, pese a la delicada situación de su partido, pero tuvieron que unirse todos los demás en un original pacto de izquierdas de “todos contra Rita”, para poder descabalgarla de la Alcaldía, y desde ese día se inició la ‘caza de brujas’ típica de la izquierda, para apartar de la vida pública a quienes les han impedido campar a sus anchas, con sus votos.
¿Cuál ha sido él verdadero delito de Rita?
Sencillamente haberles ganado durante más de veinte años cada uno de los procesos electorales a los socialistas y pan catalanistas del Bloc antes y de Compromís después.
El haberse ganado la voluntad de los valencianos con sus palabras y sobre todo con sus hechos, ya que en sus años de gobierno municipal en la Capital del Reino, los cambios han sido espectaculares y siempre a mejor.
Haber llevado las riendas municipales con singular acierto, ganándose no solo la antipatía de sus adversarios políticos, sino en muchas ocasiones despertando los celos y las envidias de sus propios compañeros.
Y precisamente por esas dos razones, unos se ensañaron con ella ante la más mínima sospecha, y otros no la defendieron como debieron hacerlo en el momento mas delicado de su vida.
E imagino que su corazón ha dicho ‘basta’ y ha estallado ante tanta injusticia e incomprensión.
Tengo que reconocer que también yo encontré en algunas de sus actitudes fallos incomprensible, pero nadie es perfecto y a las personas se nos debería de evaluar por lo positivo que hacemos restando los aspectos negativos de nuestra conducta.
De haberlo hecho así con Rita, otro gallo le hubiera cantado.
Pero en su caso se obvió todo lo positivo, para resaltar lo que a algunos les resultaba sospechoso… pero que nadie ha podido probar.
Ahora que ya no podrá defenderse ella a si misma, no van a faltar quienes la quieran seguir juzgando y condenando, pero la única evidencia, es que ella ha muerto siendo inocente.
