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martes, 14 de mayo de 2024 | Última actualización: 19:57

La III es necesaria

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Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.

¿Por qué los españoles debemos resignarnos? No hay nada que haga inevitable la persistencia de esta España nuestra, basada en la exclusión del distinto, basada en unas élites extractivas que son las de siempre, con una constancia histórica que asusta, y que  han considerado y consideran que los españoles no nos merecemos la consideración de ciudadanos y sí la de súbditos. Y es que hay otra España; una España Ilustrada, una España a la que apenas se le han dado oportunidades, pero que sin duda existe; es la España republicana. Y esa otra España es hoy más necesaria que nunca.

La II República, cuyo aniversario se ha celebrado el 14 de Abril, no sólo fue un intento de acometer la imprescindible modernización de España; fue el más serio intento de romper las nefastas dinámicas históricas que asolaban y asolan nuestro país. La II República, en su primer bienio, se empleó a fondo en conseguir que hubiera por primera vez una verdadera Democracia en nuestro país, una Democracia que recortase definitivamente las poderosas redes clientelares del “turnismo” de la Restauración y que por lo tanto contase con ingredientes poderosos de justicia social.

Se hizo así una política social, educativa, de reforma agraria, de construcción real de un Estado, un Estado que hasta entonces había sido inexistente si no era para defender los intereses de la oligarquía de terratenientes e industriales. Vino pronto la reacción, se cercenaron sus logros y a continuación se dio el golpe de Estado del 36, un golpe que prácticamente se empezó a gestar el día que triunfó la República y por lo tanto la posibilidad de que naciese una nueva España. Vino después la larga noche del franquismo y a continuación la Restauración monárquica, de un Rey nombrado por Franco, y la construcción de un Régimen muy similar al turnista y que ha demostrado hoy, con tasas brutales de paro, con desmantelamiento creciente de los escasos derechos sociales y políticos con los que nos habíamos dotado, y con una corrupción galopante de unas elites que se saben impunes, su verdadero y lamentable rostro.

Y es que, como dijo Azaña el problema de España era un problema de constitución del Estado, de conseguir una verdadera Democracia. Lo era y lo sigue siendo. Por eso debe abrirse paso lo que Ortega definió “esa España nueva, afanosa, que tiende hacia la vida”, por eso debe abrirse paso la III República. Porque España será republicana o no será.