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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 18:37

El descubrimiento del fuego (I)

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Guillermo Miró. Ingeniero Industrial.

Durante las últimas semanas he tenido la oportunidad de visitar algunos yacimientos arqueológicos de nuestro país, donde he aprendido mucho de la vida de nuestros antepasados y de toda su estructura cultural, social y tecnológica. En estos yacimientos se deja ver la importancia del ‘descubrimiento’ del fuego como elemento diferencial y crítico de la evolución de la especia humana (Homo Sapiens). Creo que es necesario conocer el pasado para que nos ayude en el futuro, así que vamos a relatar brevemente la relación del ser humano con uno de los ‘elementos’ de la mitología clásica.

El planeta Tierra es nuestro hábitat y nuestro medio y los seísmos, los huracanes, las tempestades e inundaciones nos recuerdan que estamos a su merced. Uno de los fenómenos naturales que más llama la atención al hombre primitivo es el fuego. El fuego parece un fenómeno ajeno al ritmo normal de la naturaleza, de mucha virulencia y destrucción, capaz de devorar bosques enteros y matar a todo ser vivo. El hombre primitivo seguramente se sintió aterrado, como el resto de animales, ante este monstruo desconocido y sólo atinó a huir de él y ponerse a buen recaudo mientras durara. Sin embargo, el ser humano dispone de una herramienta maravillosa: la curiosidad.

Aunque en la mentalidad espiritual del ser primitivo asocie el fuego a una fuerza superior y el temor y la reverencia continúen dentro de él, termina por dominar su terror y, poco a poco, va familiarizándose con el fuego, y acercándose a él, en todos los sentidos. El asombro culmina cuando ocurre un hecho extraordinario. En una noche oscura, alguno de nuestros antepasados, no se sabe gracias a qué razón, frota rápidamente dos palos de madera y esa fricción, produce una llama. El fuego ha sido controlado.

Es un nuevo poder para el hombre, un poder increíble. La operación se repite y el efecto es el mismo hasta convertirse en un acto habitual y, por supuesto, un recurso al que se acude con frecuencia. Así, el fuego, aunque es mirado todavía como un don superior, está ya en manos del hombre que puede actuar con él a voluntad: encenderlo, mantenerlo en cierta medida y apagarlo a voluntad. Rápidamente encuentra múltiples usos para su vida: puede utilizarlo para disfrutar de la luz y el calor, para ahuyentar a las fieras y, más adelante, para cocer los alimentos y procurarse vasijas.

El descubrimiento del fuego es uno de los grandes eventos ocurridos en la historia de la Humanidad, y se ha basado en dos de los principios fundamentales de la ciencia: la curiosidad y el método científico. Desde el origen de nuestra especie seguimos necesitando de estas herramientas para seguir avanzando, aunque nos encontremos en una sociedad exponencialmente más avanzada. Comentarios abiertos. Saludos a todos.

Pd. En relación a la serie de artículos 'Suena raro', leo una noticia que informa que el Ministerio de Industria va a comenzar a demandar de forma sistemática el cese de emisión de anuncios de productos con propiedades científicas no demostradas. Parece que se van realizando pasos en la dirección correcta.