El lunes de la semana de la Magdalena, es, por antonomasia, el día de los niños. No estaba nada claro que la climatología dejara que transcurriera la jornada del lunes con tranquilidad pero, al menos por la mañana, se produjo el milagro y pudo desfilar sin problemas esta cabalgata infantil que, un año más, demostró cual es el papel de miles y miles de niños que participaron con ilusión en un festejo que es suyo.
A pesar de que la jornada del domingo se cerró tarde para los componentes de las Comisiones de Sector y por consiguiente para muchos niños y niñas que acabaron tarde el desfile de las Comisiones de Sector con sus ‘gaiatas’, muy pronto ya era visible en las calles de la ciudad que el lunes el protagonismo era de los niños.
Y así, con un mínimo retraso sobre el horario fijado para su inicio, apenas a las diez y cuarto de la mañana, se ponía en marcha su festejo: la Cabalgata Intantil.
En primer lugar fueron los representantes de entes vinculados y colaboradores los que tuvieron el protagonismo. Así los pequeños de la Aljama, la Colla del Rei Barbut, Cavallers de la Conquesta y Moros d’Alquería y más tarde de las distintas Comisiones de Sector desfilaron con la alegría de siempre, llenando de color las calles de la ciudad y abriendo paso en esta primera parte a las representaciones de las ciudades hermanas de Alicante y Valencia, así como a la carrza de la Reina Infantil de las Fiestas de la Magdalena, Laura Turch que, junto a las Damitas de la Ciudad y las Madrinas infantiles de las Gaiatas recibieron el homenaje del pueblo de Castellón y de miles de visitantes de toda la provincia que acudieron a la fiesta de la capital.
No importó la inseguridad del tiempo, ni el frío que poco a poco fue ganando protagonismo, gracias a que se levantó un molesto viento que hizo que bajara la temperatura.
Joan Olcina i Navarro el ‘pregoner infantil’ pudo voz a las estrofas del texto que en su día escribiera el poeta castellonense Vicent Pau Serra i Fortuño que llaman a la participación festiva a los niños de Castellón y de toda la provincia.
Y más tarde, la participación infantil se hizo multitudinaria. Colegios, guarderías infantiles, grupos de danzas de toda la provincia, pusieron de manifiesto que los niños querían tener su protagonismo. Y lo tuvieron.
La fiesta duró hasta bien entrado el mediodía y fue evidente que los niños habían participado, porque su presencia en las calles duró casi todo el día.
Luego, por la tarde, las cosas se torcieron. La lluvia apareció y ensombreció el final del Día de los Niños.
