Todos los municipios provinciales de más de 20.000 habitantes están por encima de los 200 casos por cada 100.000 ciudadanos
Rafa Mezquita//Castellón Información
La quinta ola del coronavirus es una realidad en Castellón. La que afecta a los más jóvenes está teniendo un efecto multiplicador en la provincia, ya que todos los municipios de más de 20.000 habitantes superan los 200 puntos de incidencia. Hace un mes algunos se encontraban en nueva normalidad pero a partir de San Juan, los contagios no han parado de subir. Como buena noticia, la vacunación sigue avanzado y eso propicia que no repercuta en fallecimientos ya que los infectados son más jóvenes que todavía no han sido inmunizados.
En este caso, los dos municipios que más preocupaban a la Generalitat eran Benicàssim y Torreblanca, a los que ahora se les une Alcalà-Alcossebre, todos ellos con incidencias superiores a los 700 puntos. En Benicàssim los contagios se rebajan respecto a la semana anterior hasta los 165.
El crecimiento se ve evidenciado sobre todo en la capital provincial, donde se doblan los contagios respecto a la semana anterior. Un hecho que repercute en que esta mañana se hayan visto colas para la realización de PCR en un laboratorio de la calle Mayor de Castelló. En estos momentos cuenta con 677 casos activos.
El segundo municipio en número de habitantes, Vila-real, también sigue aumentando, pero lo hace de forma menos pronunciada. Ahora roza las 200 infecciones en las últimas dos semanas.
Otras localidades, como Borriana, Vinaròs y la Vall d'Uixó también sufren repuntes, mientras Onda y Benicarló siguen estables. Segorbe también presenta una incidencia superior a los 400 puntos.
En estos momentos la provincia de Castellón roza los 300 puntos de incidencia. Se encuentra justo en la mitad de las provincias entre mayor y menor cantidad de contagios por cada 100.000 habitantes.
