Las ayudas se destinan básicamente a los gastos de alimentación, alquileres, luz y agua de los demandantes
S. Barberá/Castellón Información
La pandemia por el coronavirus ha azotado con mayor dureza a los más vulnerables. Para paliar estas necesidades Cáritas Castellón creó el Fondo Diocesano ante la Covid-19 en abril del pasado año para ayudar a las personas más desfavorecidas por la crisis del coronavirus y fue impulsado por el obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López, que logró recaudar más de 300.000 euros hasta final de 2020, según ha explicado el director de Cáritas Diocesana, Juan Manuel Aragonés.
Este fondo está gestionado por una comisión de Cáritas Diocesana en la que están representadas las parroquiales y arciprestales, voluntarios y técnicos, así como también el Ecónomo Diocesano. La dotación inicial fue de 160.000 euros y las primeras aportaciones fueron ingresadas por parte de la Diócesis con 50.000 euros, Cáritas Diocesana con 43.000 euros y también por la campaña ‘Ante el Coronavirus, dona. Cada gesto cuenta’ con 67.000 euros. El obispo ya expresó durante la creación del citado fondo el agradecimiento sincero por la “generosidad de tantos particulares, así como de entidades privadas, que a lo largo de estos últimos días están ejerciendo la caridad con aquellas personas más vulnerables a las consecuencias de la actual crisis”.
Tras un año de pandemia, las necesidades se han incrementado debido a la crisis social que se ha generado con motivo de la crisis sanitaria, según explica Aragonés. Pero afortunadamente las ayudas siguen llegando y ahora las necesidades se centran tanto en la alimentación del día a día de las personas más desfavorecidas como de los pagos de alquiler y suministros básicos como luz y agua.
Otra de las necesidades importantes con las que se encuentran actualmente en Cáritas es la demanda de empleo por parte de muchas personas que han visto como la pandemia les ha dejado sin trabajo. Por este motivo Aragonés señala la “preocupación que tenemos para ayudar a esta población que o bien no encuentra un trabajo con el que hacer frente a sus necesidades básicas o el que tiene es bastante precario”. Una de las funciones que se realiza desde Cáritas es la búsqueda de empleo y el año pasado entre abril, mayo y junio conseguimos que se emplearan a 69 personas en diversos trabajos derivados de la pandemia por necesidades de bajas en hospitales como persona de limpieza, auxiliares y otros”.
Perfil de las personas que acuden a Cáritas
El perfil de las personas que acuden a Cáritas durante el último año ha ido cambiando, como asegura el director de Cáritas Diocesana en Castellón “tenemos un 51% de población autóctona frente a un 49% de inmigrantes, cuando antes la mayor proporción era la población inmigrante”. Otro de los datos que destaca son las necesidades de familias en monoparentales “hemos visto como se han ido incrementado las familias o bien solo con la madre o con la padre que tienen a su cargo hijos que han venido a requerir nuestra ayuda”.
Las necesidades seguirán los próximos meses, avanza Aragonés, por ello la campaña para recaudar fondos se mantendrá abierta “con una llamada permanente para que la gente se haga socia y aporten donativos porque ello nos permite estabilizar nuestro nivel de ingresos para poder ayudar a toda esa población que nos necesita en estos momentos”.
Además, la semana pasada Cáritas inició una campaña de agradecimiento a toda la sociedad a nivel nacional, bajo el lema ‘Gracias’, para recordar que las necesidades siguen después de doce meses de pandemia y agradecer a los más de 500.000 personas y empresas que han aportado ya 65 millones de euros a esta institución para ayudar a los más necesitados.
