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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 11:46

La Casa de Papel: el atraco de nunca acabar

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Daniel Bernat. Especialista en series y Graduado en Derecho.

La globalización tiene numerosas ventajas, entre ellas, que una producción televisiva española alcance las cifras de la que os voy a hablar en las próximas líneas. Hace años, para que una serie de nuestro país llegara a casi todos los países del mundo, o que tuviera un impacto considerable en alguna región del globo, era casi una misión imposible. Aún habiendo ejemplos de ficciones que triunfaron al otro lado del charco, creo que no hay ninguna que haya calado tanto como La Casa de Papel; y lo más gracioso de todo es que aquí pasó sin pena ni gloria.

Su origen, por si alguien lo había olvidado, estuvo en Antena 3. Atresmedia la desarrolló, y siguió su estrategia habitual de emisión, que viene siendo comenzar el episodio en cuestión allá a las once de la noche, después de la sesión de risas y diversión de El Hormiguero. Además, el formato estaba cortado por el patrón clásico patrio: capítulos de más de una hora de duración, acompañados de las numerosas pausas publicitarias, algunas rozando la decena de minutos. Entre unas cosas y otras, ver una nueva ración de La Casa de Papel en la televisión en abierto te acercaba a las doce y media, aproximadamente. Hay gente que se puede permitir permanecer delante de la pantalla hasta esas horas, o están acostumbrados, pero no todos, lo que repercutió en las audiencias y en que no hiciera demasiado ruido cuando se lanzó, allá por 2017.

Y luego llegó Netflix. El gigante multimedia lleva años expandiéndose, y muchas de las productoras de España, no ya con esta plataforma, sino con otras, vieron que era una forma de dar a conocer su marca y que llegara a más consumidores, como es mi caso. Yo soy de los que la disfrutó ya cuando la incorporaron a su catálogo, como muchísimas otras personas. ¿Qué pasó? Que aquello llevó a que los mandamases de la compañía americana, que tontos no son, vieran que tenían un caramelo y una oportunidad de explotar el producto más si cabe todavía. Una ficción que, a priori, tuvo una conclusión con su primera temporada (que fue dividida en dos tandas), volvió en 2019, tras negociarlo las partes, ya como producto 100% Netflix con nuevos episodios. Más temporadas, más partes, más atracos. ¿Era necesario? En parte sí, en parte no.

La Casa de Papel es una de las mejores series de acción que hay ahora mismo en la oferta actual de la televisión. Tiene un ritmo como pocas, y el formato Netflix, el de sentarse y que los episodios fluyan ante tus ojos y te mantengan pegado al asiento, funcionaba cuando estaba disponible lo visto en Antena 3, y con las dos tandas que ha producido la plataforma hasta ahora, les sacaron todavía más partido a eso, recortando la duración y yendo más al grano… aunque ya el año pasado se notó que el chicle igual no daba para tanto.

Lo visto en 2020, bajo mi punto de vista, aún mantenía los momentos frenéticos, los finales de episodio que te rompían los esquemas, y alguna que otra sorpresa que te descolocaba. No obstante, el nuevo atraco, tan distinto al primero, cuando aquél sí transmitía la sensación de estar pensado al milímetro, completamente cuidado y desarrollado para que todo funcionara como un reloj suizo, aquí te dejaba un sabor de boca diferente, como si una persona tan brillante como El Profesor tuviera sus fallos, algo que lo visto en Atresmedia no te daba a entender. Además, el hecho de mantener a Berlín en la historia, recurriendo a flashbacks, solo se explica porque no te quieres desprender de un actor con el carisma de Pedro Alonso; el problema es que, argumentalmente, echar tanto la vista al pasado, en este tramo de la historia que nos ha ofrecido Netflix, está, cuanto menos, cogido con pinzas en la mayoría de las ocasiones.

Aún con todo, con sus fallos y esa extensión quizá innecesaria, yo la defiendo como un gran producto de entretenimiento que vale la pena ver, y que se disfruta como pocas. Este viernes, comienza el principio del fin, y aquí voy a pararme un poco, porque la nomenclatura se las trae: La Casa de Papel estrenará la primera parte de su quinta temporada el 3 de septiembre, y el 3 de diciembre, la segunda. Pero es que, realmente, el conjunto de la serie son tres temporadas, ya que lo visto en Antena 3 era una sola que dividieron en dos tandas, y lo que vimos en Netflix en 2019 y 2020, era otra entrega, también emitida en dos veces; y ahora en 2021 lo dividen de nuevo en su “tercera” temporada. Suena todo a Groucho Marx y aquello de la parte contratante de la primera parte, lo sé. En cualquier caso, para los castellonenses que seguimos la ficción, al margen de ver cómo concluye la historia, tenemos también otro aliciente: Miguel Ángel Silvestre se incorpora a la serie para su despedida, así que habrá representación de la provincia en el, ahora sí, atraco final. ¿Preparados para entonar el “Bella Ciao” por última vez?