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viernes, 29 de marzo de 2024 | Última actualización: 09:32

Recuerdo de los afectados por la pandemia

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Casimiro López Llorente. Obispo de Segorbe-Castellón

Hace unas semanas, nuestra Diócesis recordó de modo especial a los fallecidos a causa de la pandemia del Covid-19 en sendos funerales, en la Catedral y en la Concatedral. Ahora, acogiendo la propuesta de la Conferencia Episcopal y unidos a la Iglesia en España, nos disponemos a celebrar una Jornada por todos los afectados por la pandemia. Lo haremos en todas las parroquias e iglesias en las Misas del domingo, día 26 de julio, fiesta de san Joaquín y santa Ana, los padres de la Virgen María y patronos de los abuelos. Nuestro deseo es recordar en nuestras comunidades parroquiales y eclesiales a todos los afectados de un modo u otro por la pandemia  y el confinamiento.

En la Eucaristía de este día tendremos por ello presentes varias intenciones. En primer lugar ofreceremos una vez más la santa Misa por el eterno descanso de todos los fallecidos a causa del coronavirus y pediremos a Dios que conceda consuelo y esperanza a sus familiares. Rezaremos también por todos los contagiados para que recuperen pronto la salud: a los dados ya de alta hospitalaria pero que que sufren aún las secuelas de la enfermedad y a los nuevos contagiados.
Además daremos gracias a Dios por el trabajo y el sacrificio de tantas personas durante el tiempo de la pandemia, en particular por la ejemplar entrega de los sanitarios. En el día de los abuelos rezaremos a Dios de una manera especial por los mayores y las residencias de ancianos, que tanto han sufrido durante este tiempo la soledad y la ausencia de sus seres queridos, en residencias o en domicilios. Y finalmente pediremos a Dios que nos conceda a todos, luz, unidad y capacidad de entrega fraterna y generosa ante la crisis social y económica provocada por la pandemia y el confinamiento. Porque todos estamos llamados a intensificar nuestra caridad y solidaridad para con los más necesitados, y a reconstruir el tejido económico, laboral, social y político, tan castigado y debilitado por la pandemia. Recuerdo que sigue abierto a nuestras aportaciones el Fondo diocesano ante el Covid-19. Muchísimas gracias por vuestra generosidad.
No podemos olvidar que el virus sigue presente entre nosotros. La Jornada es una ocasión propicia para recordarnos que todos y cada uno somos personalmente responsables de evitar el contagio, observando las medidas de prevención que establecen las autoridades sanitarias. La vida es el don más precioso que Dios nos ha dado. Él nos llama a cuidarla, no sólo la propia sino también la ajena.