Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Alguien, debió decirle en su momento a un Rajoy indolente, que es preferible sonrojarse una vez, a ponerse amarillo cien veces sin poder defender su propia dignidad.
Pero por lo visto, su entorno como el de Zapatero, estaba más pendiente de asentir ante los despropósitos de los dos, que de aconsejarle convenientemente para evitarle los bochornos sucesivos a los que iba a tener que enfrentarse.
Y seguramente quien mejor conoce el talante de Rajoy y su incapacidad para enfrentarse a los problemas con decisión, con valentía y ganas de solucionarlos era el mismo Bárcenas, y por eso ha ido manejando los tiempos con la estrategia que mas le convenía a si mismo, dejando en el mas absolutos de los ridículos al Presidente del Gobierno y a sus compañeros en la dirección del Partido Popular.
Este singular personaje, alardea de haber conseguido desviar a Suiza un patrimonio personal de 36 millones de euros (no de los 22 que le ha detectado la Inspección de Hacienda en ese paraíso fiscal, sino de otros 14 adicionales) en base a su trabajo como comisionista, como marchante de obras de arte y otras menudencias, que le han permitido en unos pocos años, conseguir mas de seis mil millones de las antiguas pesetas, sin el menor rubor.
Eso ni se lo cree él, ni Hacienda, ni Rajoy….ni el que asó la manteca, que era “tonto de baba”.
Es cierto que el origen de todo ese dinero seguramente proviene de su labor de intermediación, entre los empresarios que le daban dinero creyendo que iba a parar al PP como contrapartida a favores recibidos….o pendientes de recibir, pero este lince de los negocios, se quedaba una “pequeña comisión”, que o bien se acercaba a la mitad del dinero recaudado, o de no ser así, no se explica la fortuna que este señor consiguió acumular.
Todos los españoles sabemos que tanto el caso Gürtel, como el de los ERES de Andalucía, como el del Palau, o el Pallerols, y mil otros que harían la lista interminable, son el resultado de una Ley de Financiación de los Partidos Políticos y Sindicatos que permite todas esas corrupciones, como ya ocurrió en los años ochenta con Filesa y Time Export.
Lo lamentable es que cuando se descubren todos estos “pasteleos”, nadie haya querido coger el toro por los cuernos, para solucionar el problema de una vez por todas.
Cada partido político se rasca cuando le pica, tratando de no crear heridas propias, mientras sus adversarios políticos tratan de sacar beneficios partidistas, olvidando que también ellos están navegando en una nave que presenta las mismas fisuras y ya ha hecho agua, o la hará a no tardar.
Me he avergonzado hoy al leer en los titulares de La Gaceta, que muy probablemente el caso Gürtel, sea sobreseido o anulado por defecto de forma o por haberse extraviado unos documentos imprescindibles, para poder seguir con el mismo.
EL caso de los ERES, corre de mano en mano, sin que nadie le ponga el cascabel al gato.
Y ante semejantes infamias, solo me queda decir que dudo muy razonablemente del sistema judicial que permite todas esas trapisondas, sin poner coto a tal inmoralidad.
Por lo visto tanto socialistas, como populares, radicales de izquierdas y nacionalistas independentistas, saben que al final van a acabar intercambiando cromos, y tanto unos como otros acabaran libres de todo pecado judicialmente, por más que hayan perdido su consideración entre los ciudadanos.
No les importa.
El refrán del “ande yo caliente y ríase la gente”, lo convierten ellos en el suyo propio de “déjenme llenarme los bolsillos, y los de mis amigos, que ya habrá alguien que me libere de mis responsabilidades”.
Si cuando Roldán se escapó de España después de haber robado mil millones de pesetas de los Fondos Reservados, todos pensábamos que sus superiores Vera, Barrionuevo y Felipe o eran imbéciles o se habrían repartido de los Fondos Reservados muchos mas millones que los robados por el ex director general de la Guardia Civil, hoy no puedo dejar de pensar que si Barcenas ha sido capaz de detraer 36 millones de euros, o una parte muy importante de ellos, de los fondos destinados a la financiación del PP, o Rajoy y su equipo directivo son tan imbéciles como lo fueron los socialistas que estaban en los escalones superiores a Roldán, o quizás no han querido levantar la alfombra y limpiar lo que se escondía bajo las mismas, por si les afectaba también a ellos.
Y tanto en un caso como en el otro, no merecen nuestro respeto.
O por incapaces e ingenuos, o por inmorales y ladrones.
Que elijan ellos, pero que dejen de marear la perdiz, y se enfrenten a la realidad.
Esa es la opinión subjetiva de un español de a pie que observa avergonzado lo que ocurre en su país.
