Begoña Carrasco. Presidenta y portavoz del GMP de Castellón.
16.347 es la cifra de personas que ahora mismo están en situación de desempleo en la ciudad de Castellón de la Plana. Pero es más que un simple número. Son 16.347 dramas familiares que ahora mismo lo están pasando muy mal, y que todo apunta a que serán más, puesto que muchos de los expedientes temporales de regulación de empleo que ahora mismo están en activo por causas de fuerza mayor se transformarán en nuevos parados.
De momento, abril nos ha dejado 1.153 demandantes de empleo nuevos, a razón de 60 más en cada uno de los días hábiles que ha tenido el mes, y eso que ha habido muchos festivos de por medio. Unos malos datos que hacen más necesario que nunca la adopción de acciones inmediatas que dinamicen la economía de la capital de la Plana, un contexto que contrasta con la actual parálisis política que arrastra el gobierno de la ciudad.
La gestión política de la economía que hace la izquierda siempre resulta nefasta para los ciudadanos en general, y para los castellonenses en particular. El año 2020 ya empezó mal, con una progresiva destrucción de puestos de trabajo por el deterioro de la economía, y se ha desbocado con la gestión que se ha hecho del coronavirus.
Más allá de la situación sanitaria sobrevenida, lo que está más que demostrado es que las recetas de la izquierda no generan oportunidades. En abril solo se formalizaron 1.886 contratos en la capital, frente a los 3.873 contabilizados en marzo, y a años luz de los registrados en abril de 2019, cuando fueron 5.693.
La llegada de Pedro Sánchez al Gobierno de España supuso cortar de raíz el ritmo de generación de nuevos puestos de trabajo y el cambio de tendencia en la curva del empleo en la ciudad de Castellón. Ahora mismo, hay ya 3.000 parados que cuando llegó Sánchez en junio de 2018, cuando había 13.639 demandantes de empleo. Y a este paso volverán a situarse al mismo nivel que cuando gobernaba desde la Moncloa Zapatero, momento en el que se alcanzaron niveles record de parados
La economía de Castellón está ahora mismo en situación de encefalograma plano, sin visos de reanimación, porque las acciones del Gobierno y de la Generalitat no están llegando a los ciudadanos, y porque desde el Ayuntamiento de Castellón todavía no se ha adoptado ninguna medida para apoyar a pymes, autónomos y vecinos en general. ¿Qué más tiene que ocurrir para despierte el equipo de gobierno municipal?
Las cifras son lo suficientemente negativas como para urgir al equipo de gobierno de Amparo Marco a que se ponga a aprobar sin más demora las medidas sanitarias y económicas que son necesarias. Pero no lo dice el PP, es que es de justifica social. ¡Es que lo reclaman los vecinos! El próximo día 11 entramos en la segunda fase de la desescalada, tras 8 semanas, y todavía estamos en la casilla de salida en cuanto a la aprobación de iniciativas. Y la situación, en lugar de despejarse, solo hace que complicarse con cada decisión que emana del Gobierno de España.
Compra de mascarillas y tests, bajada de impuestos como el IBI, la exención de la tasa de basuras, de ocupación de vía pública o del ICIO, son medidas necesarias, que están aprobando todos los ayuntamientos, y que en Castellón van a llegar tarde. Hay que generar confianza entre los castellonenses, que cada vez afrontan una situación más dramática con los niveles del paro que tenemos, y con la continuación de la destrucción de puestos que se prevé, según las previsiones de todos los expertos.
